Para los que no lo sabíamos Wine and Food es un festival que nace con la iniciativa de una evolución gastronómica. Tiene como finalidad potenciar los avances gastronómicos del país y las dimensiones relacionales entre los principales expositores del mundo.
Al conocer un poco más de esta iniciativa gastronómica nos topamos con que la labor social es un compromiso que se mantiene presente en su realización. Trabajando de la mano de la Fundación Escuela Taller de Bogotá se destinan las ganancias a jóvenes entre los 18 y 25 años “que se encuentran en alto riesgo social y que estén interesados en adquirir una formación técnica especializada en diversos oficios relacionados con la protección y conservación del patrimonio construido.”
El principal y gran atractivo de este encuentro es la cantidad de innovaciones y maneras exóticas de preparar un plato de comida, por medio de conceptos que se desarrollan en una línea de interés común.
En un ambiente que fusiona la calma y el entusiasmo se desarrollan las distintas exposiciones. Con la presencia de Chefs, estudiantes y un amplio público con interés gastronómico se abre espacio para la interacción entre los asistentes y los expositores, no sólo con degustaciones, también con un campo de conversación donde se mantiene viva la pregunta y la respuesta.
El pasado viernes 30 de Agosto fue la charla de expertos donde se dio lugar al espacio académico y, por medio de temas debatibles, se tuvo un agitado acercamiento a las nuevas posibilidades de la cocina: con una gastronomía auténtica y cultural que trabaja a disposición de los ingredientes, producto de la huerta, se establece como principal factor de sostenimiento del restaurante la calidad humana en las relaciones de trabajo.
Entre las exposiciones mejor recibidas por los asistentes estuvo la del Chef peruano Virgilio Martinez, que tuvo fuerza por la diversidad cultural que trabaja en su cocina, pues con productos exóticos peruanos dirige sus platos a la experiencia con los niveles atmosféricos y ecosistemas típicos de Suramérica; específicamente de Perú.
Otra de las presentaciones mejor recibidas fue la de Harry Sasson y Jan Niedrau, con el tema “El desarrollo de la industria restaurantera en los últimos 20 años en la región Andina”. Fue éste un acercamiento al boom gastronómico latinoamericano y su emprendimiento. Los principales temas de conversación fueron el manejo de los ingredientes, la ética del servicio, el manejo del personal, el estudio del mercado, el boom de la oferta, la continuidad de los productos, la visualización del mercado y su respectivo montaje.
Con estos temas se dio inicio a un conversatorio donde se enfrentaron distintas opiniones, críticas y apuntes que inauguraron esa intencionada atmósfera académica.
Aquí se compartieron ideas, se discutió el posible futuro de la gastronomía, se realizaron actos culinarios con las últimas innovaciones técnicas de la cocina. Y así como lo expusieron segundos antes de iniciar: “Esta es la oportunidad para los miembros de la industria, estudiantes y aficionados a la gastronomía, de aprender de los más importantes chefs del mundo.”
Y sin lugar a dudas de esa manera se presentó el Bogotá Wine and Food Festival, como una oportunidad para abrir los campos de posibilidad a la gastronomía, el manejo del mercado y la autosostenibilidad de la cocina.
