Prácticas como esta se repiten elección tras elección cuando se ven desfilar cantidad de campesino pobres que sienten satisfacción con el regalito que les trae el aspirante a la alcaldia de este mi municipio ubicado al oriente del departamento del Cauca. Una comunidad con elevado indice de pobreza, con pocas oportunidades para sus jóvenes en donde solo la cabecera municipal cuanta con agua potable y un alcantarillado decoroso. Se sigue creyendo que llegando con migajas es suficiente para ganar una alcaldía. Lo peor de todo es la conciencia que hay al interior del pueblo y el decir "Con algo que me dén, es peor que nada".
Esta práctica lleva a condenar por mucho tiempo al pueblo a seguir sumido en la pobreza porque no se generan políticas que apunten a solucionar los problemas de raíz. Si se le regala a una familia pobre un bulto de cemento, esta lo usa para tapar un hueco, pero sigue en su misma situación de pobreza. Con los 2 cuadernos y el lápiz, con el bulto de cemento o la hoja de zinc no se solucionan problemas de fondo, pero el aspirante gana el voto que en últimas es lo que más le interesa. El pueblo sigue eligiendo su propia desgracia. ¿Hasta cuando?