Los animales de compañía pasan su vida entera al lado de sus cuidadores, los mantienen activos y los reconfortan en momentos de enfermedad o soledad. En 2013, la Asociación Americana del Corazón, con la declaración científica sobre la propiedad de mascotas y el riesgo del sistema cardiovascular, llegó a la conclusión de que tener una mascota, en particular un perro, está probablemente asociado con la disminución del riesgo cardiovascular (1). También, que la tenencia de perros puede reducir la reactividad al estrés y promover una recuperación más rápida de la presión arterial después de una actividad estresante (2).
Al respecto, María Juliana Rodríguez, cardióloga, aseguró: “Tener mascotas proporciona un apoyo emocional, lo que puede conducir a una disminución de la presión arterial debido al aumento de la actividad del sistema nervioso parasimpático (el que nos relaja después de un esfuerzo o situación de estrés) y la disminución del sistema nervioso simpático (el que activa la respuesta de nuestros órganos ante una amenaza o estrés, por ejemplo, elevando la presión arterial)” (3).
Las enfermedades cardiovasculares se deben a trastornos del corazón y los vasos sanguíneos. Entre ellos destacan las cardiopatías coronarias (ataques cardiacos), las enfermedades cerebrovasculares (apoplejía), el aumento de la tensión arterial (hipertensión), las vasculopatías periféricas (disminución de la circulación sanguínea en extremidades), y la insuficiencia cardiaca (imposibilidad del corazón para eyectar sangre de manera eficaz al resto del organismo).
“El enfoque de la medicina y la prevención cardiovascular se refiere a aquellas medidas de prevención primaria y secundaria, es decir en el primer caso a individuos con factores de riesgo que aún no han presentado síntomas de enfermedades cardiovasculares y en el segundo a personas que ya sufren los padecimientos mencionados. La promoción de tener mascotas es una intervención de prevención primaria o secundaria de bajo riesgo que podría tener impacto en la salud pública. La adopción de una mascota podría servir como una terapia de prevención para enfermedades cardiovasculares”, mencionó la doctora.
De acuerdo a la encuesta de IPSOS osbre el vínculo humano-animal, perros, gatos y otros animales domésticos tienen un efecto positivo en la salud y el bienestar de sus dueños. El estudio reflejó que más del 90 % de los dueños de perros y gatos consideran que sus animales tienen un efecto positivo en su calidad de vida. Especialmente, el fuerte vínculo emocional con un animal puede ayudar a personas que padecen enfermedades a sobrellevar, e inclusive a superar, una enfermedad.
Consejos en cuarentena:
1. Tener un plan de vacunación completo de nuestras mascotas, para que estén con todas las vacunas al día, y por lo tanto protegidos de las enfermedades más importantes como la rabia.
2. Desparasitación mensual, para protegerlos contra parásitos externos e internos.
3. Brindarles una alimentación saludable, mantener el mismo alimento, cuidando la cantidad para evitar sobrepeso.
4. Realizar paseos y juegos para evitar el estrés, después de cada salida limpiar las paticas con agua y jabón.
5. Ante cualquier emergencia acudir a un médico veterinario.
Referencias:
1. Levine GN, Allen K, Braun LT, Christian HE, Friedmann E, Taubert KA, Thomas SA, Wells DL, Lange RA. Pet ownership and cardiovascular risk: a scientific statement from the american heart association. Circulation 2013;127:2353–2363.
2. Allen K, Blascovich J, Mendes WB. Cardiovascular reactivity and the presence of pets, friends, and spouses: the truth about cats and dogs. Psychosom Med 2002;64:727–739.
3. Aiba N, Hotta K, Yokoyama M, Wang G, Tabata M, Kamiya K, Shimizu R, Kamekawa D, Hoshi K, Yamaoka-Tojo M, Masuda T. Usefulness of pet ownership as a modulator of cardiac autonomic imbalance in patients with diabetes mellitus, hypertension, and/or hyperlipidemia. Am J Cardiol 2012;109:1164–1170.
