El viejo John F. Kennedy de El Bagre se convertirá en megacolegio

El viejo John F. Kennedy de El Bagre se convertirá en megacolegio

Luego de muchos años de trabajar con las uñas y ser una pequeña escuela municipal, se renovará una institución clave para El Bagre, el Bajo Cauca y Antioquia

Por: Carmelo Antonio Rodríguez Payares
septiembre 20, 2021
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El viejo John F. Kennedy de El Bagre se convertirá en megacolegio

A quienes todavía no los ha visitado el alemán y tienen la memoria en modo normal, podrán recordar que por allá por el año de 1967 al cruce con el memorable 1968, un grupo de personas, liderados por el sacerdote Francisco Javier Gómez y los particulares José Tomás Moore, Ana Celia Moore, Germán Arango, Eduardo Bonilla y Cristo Navarro, entre otros, movidos por el afán de brindarle las facilidades que algunos de ellos no tuvieron con sus estudios, se dieron a la tarea de buscar un sitio para que la primera juventud bagreña no tuviera que emigrar en búsqueda de sus sueños.

Fue así como el jueves 8 de febrero de 1968, bajo la rectoría del educador Mario Valencia y con 33 estudiantes registrados en su libro de matrículas, comenzó la historia institucional de lo que en ese momento se denominó Colegio Integral John F. Kennedy, en homenaje a este presidente de los Estados Unidos, que en su corto periodo de mandato, desde el 20 de enero de 1961 hasta el día de su asesinato en Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963, fue el artífice de proyectos de gran impacto en la política internacional.

Uno de ellos fue, justamente, la Alianza para el Progreso, cuyo objetivo era fortalecer sus lazos con los países de América Latina. En El Bagre, esas ayudas se materializaron en la entrega de mercados con productos básicos, siendo uno de ellos y el más simbólico de esos años: la leche care, a la que la muchachada le decía la “leche piona”.

Para entonces esa primera generación recibía las clases en uno de los salones parroquiales de la iglesia de Bijao, hasta que llegó la fecha de abrir el primero de los espacios en donde se encuentra ubicado hoy, en cuyo concurso tuvo especial protagonismo la Acción Comunal, que se echó al hombro la obra con los convites semanales que se pagaban con los mercados ya mencionados, pero también con las “Marchas del ladrillo”, consistentes en pedirle a cada uno de los estudiantes que llevaran uno de estos elementos que el hombre comenzó a darle uso hace más de 11.000 años.

Sobre los avatares de esos años hasta hoy, hablamos con el rector de la institución, el docente Willian Aldemar Machado Andrade.

Con su reconocido optimismo, nos dijo que después de más de 50 años de estar formando con valores y de manera integral la sede Liceo El Bagre, estrenará en poco tiempo un megacolegio que se construirá mediante el mecanismo Obras por Impuestos, el mismo que permitió la pavimentación del tramo Escarralao-Puente la Libertad, gracias al aporte de la alcaldía municipal que financió los estudios y diseños de la futura obra, la empresa Mineros S. A. con los recursos y el acompañamiento institucional de la Gobernación de Antioquia.

Desde ya se anticipa que la misma tendrá amplias repercusiones en la educación de El Bagre, del Bajo Cauca y Antioquia, por ser la primera que construye en la zona la empresa privada, al tiempo porque es el producto de una cadena de gestiones realizadas desde hace más de una década, cuando se comenzó a tocarle las puertas a entidades del orden municipal, departamental y nacional, siendo la primera problemática las cíclicas inundaciones que sufre por cuenta del desborde del río y el deterioro notable por el paso del tiempo en sus instalaciones.

Todavía se escuchan las voces nostálgicas de episodios que marcaron para siempre la historia del Liceo, los amores que allí se fraguaron, las amistades nacidas en sus horas de descanso; el primero después de la tercera hora de clases, y el segundo, al concluir la quinta, siendo este más corto que el primero, pero de todos modos alentados por la música que se dejaba escuchar a través de los parlantes instalados en el aula múltiple, mientras que íbamos a la tienda por un par de empanadas y la Colombiana de siempre. Recordaron, además, que algunas directivas permitían las famosas complacencias con los temas de Leo Dan, Roberto Carlos, Camilo Sexto, Julio Iglesias, Raphael, Ana y Jaime y toda una época de los años setenta y mediados de los ochenta.

Cómo no recordar aquellos salones que carecían de piso y los pupitres que tenían que navegar en una especie de aguas que eran el cascajo regado para las futuras baldosas, en tanto que no había divisiones entre ellos y se debía utilizar el tablero para separar los grupos y todo era tan reciente que incluso las puertas y las ventanas eran una pura invención. Años después llegarían los ventiladores, los laboratorios, las canchas y las demás obras, pero nadie se puede quejar que allí recibieron las primeras lecciones que a muchos llevaron a acceder a un título profesional, y que en todo caso no hubo quien señalara a sus docentes como generadores del mal ejemplo. Eso sí, hubo muchos que dejaron su huella por algún defecto físico, por la manera de dictar sus clases y hasta lo cansones que se volvieron con sus retahílas en los dictados, pero eso hace parte de la naturaleza humana. Todo hay que decirlo.

Sin embargo, fue en el primer semestre de 2012 cuando comenzaron a dar fruto las gestiones para transformar el Liceo, como la que hizo en su momento una funcionaria de origen samario que gestionaba proyectos para las negritudes por medio de la Acdivoca, una ONG norteamericana, y después de varias reuniones sostenidas con los entonces concejales Jhon Ríos García, actual personero de Sonsón, y Horacio Bermúdez Cuero, se tomó la decisión de ir a Bogotá a plantear el proyecto, viaje que se realizó el 9 de mayo de ese mismo año.

Allá se dejaron radicados varios derechos de peticiones ante el Ministerio de Educación Nacional, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo. Para bien de muchos, en esta entidad ejercía su trabajo la abogada zaragozana María Girlesa Villegas Muñoz, quien desde un comienzo se mostró dispuesta a acompañarnos con sus orientaciones y ayudó en las diligencias que se tomaron tres días en un ir y venir entre las dependencias y el hotel donde nos alojamos, ubicado al frente de la olvidada plaza de toros La Santamaría.

Como resultado de esas gestiones, hubo otro proceso iniciado en el mes de agosto cuando se enviaron requerimientos a la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de El Bagre, siendo Harold Echeverri Avendaño su titular, para que atendieran los requerimientos realizados por el rector de la I. E. El Bagre, y de manera sucesiva se cursaron muchos comunicados en el ámbito nacional, departamental y municipal, narra el docente que está hoy al frente del timonel de nuestro querido colegio.

Producto de estos esfuerzos, en 2014, en una visita hecha por el gobernador Sergio Fajardo Valderrama, se autorizó la realización de los estudios y diseños mediante la empresa VIVA, en donde se aprobó una obra que comprende un edificio de 2 plantas con 14 aulas de clase para albergar 1.819 estudiantes, la cual quedó registrada en el convenio interadministrativo 001084, suscrito entre el Ministerio de Educación Nacional y el Departamento de Antioquia, documento firmado el martes 23 de junio del 2015.

Hay que señalar que dichos estudios debían ser incluidos en el Plan Decenal de Educación del Gobierno Nacional que presidía Juan Manuel Santos Calderón, y con ello materializar el proyecto, pero de manera inadmisible la administración del médico Ángel Mesa Castro no adelantó la gestión respectiva, razón por la cual dichos planes debieron ser aplazados y con ellos las esperanzas de la comunidad educativa de El Bagre de contar con un espacio a la altura de las expectativas.

A la desidia local se le deben añadir unas declaraciones del entonces gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, alma bendita, quien dijo haber recibido el departamento en bancarrota y por tanto carente de todo recurso para financiar ese tipo de mega construcciones, y en cambio señaló que los dineros que había podrían servir para ejecutar obras como reparaciones menores; mientras que por otro lado ordenó la construcción de colegios en algunos municipios de mayor incidencia política, a pesar de la numerosa votación que alcanzó en esta cabecera. Así son ellos.

Entonces se abrió otra puerta a merced a las reuniones sostenidas con la empresa Mineros S. A., ante la que se le expuso el proyecto, y gracias al apoyo y gestión de la bagreña y egresada del Liceo El Bagre Estela Gruesso Espinosa, con las primeras luces del mes de diciembre de 2019 se mostró dispuesta a poner en marcha la iniciativa y con ello hacer que renacieran las esperanzas de hacer realidad esta obra, que además contaba con el beneplácito del alcalde Faber Enrique Trespalacios.

No fue una, ni fueron dos, fueron varias las reuniones que se tuvieron que aplazar hasta llegado el día, justo antes de visitarnos la pandemia por el covid-19, y en ella se debatió la necesidad de reubicar el Liceo en un terreno que tiene el municipio al lado de la biblioteca pública, más sin embargo se decidió que lo más conveniente era construirlo en el mismo sitio donde está, porque ya había unos estudios y diseños elaborados desde 2014. Puro y simple sentido común.

A mediados del mes de enero de este año, el jefe de proyectos de Mineros Aluvial, Marco Antonio Saavedra Coronado, contactó al señor rector, y luego de haber despejado algunos interrogantes propios del tema, se volvieron a revivir las ilusiones de la comunidad educativa de la I. E. El Bagre de contar con un espacio como el que se aspira construir y poder celebrar por lo alto sus 55 años de aportes a la educación. En este proceso tuvo una amplia participación el entonces secretario de deucación municipal, el señor Nixon Palacios Gil, quien ya dejó el cargo, así como de otros funcionarios de la Oficina de Planeación Municipal.-

Hoy las cosas están de la siguiente manera: el alcalde Faber Enrique Trespalacio se comprometió a pagar los nuevos estudios y diseños del Megacolegio Liceo El Bagre, los cuales fueron entregados a la Gobernación de Antioquia. Por su parte, Mineros Aluvial contrató un equipo de ingenieros para hacer la revisión del mismo, y allí se sugirió subsanar algunos diseños, los cuales se encuentran en la etapa de revisión y corrección.

Pildoritas para la memoria

En 1969 se produce el primer cambio de nombre por el de Liceo Departamental Mixto El Bagre. En 1980 se le denomina IDEM El Bagre. En 1990 fue llamado Liceo El Bagre. Y en el año 2003 se cambia el nombre por el de Institución Educativa El Bagre y se fusiona la Escuela Portugal como segunda sede.

La construcción de la sede principal se inició en el año 1971, siendo rector Hernando Del Castillo Ríos, y en 1973, por iniciativa del entonces sacerdote y hoy Monseñor Flavio Calle Zapata, tomaron las riendas de la institución una comunidad de religiosas mejicanas.

El Liceo Departamental Mixto El Bagre graduó la primera promoción de bachilleres académicos en el año de gracia de 1977 y en 1979 concluyeron las obras de la construcción de la planta física en su diseño original, bajo la administración del Licenciado Ciro Robledo Torres.

La nueva sede será destinada para la jornada única, construida según las normas técnicas 4595 del 2020 exigidas por el Ministerio de Educación Nacional.

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