En política, un absurdo no siempre es un obstáculo
Napoleón Bonaparte
Tuve una incapacidad por cuenta de un vértigo periférico que me tuvo como si tuviera unos pocos vinos en la cabeza... Como a medio palo. Pero lo que quiero es contarles el examen neurológico:
Doctor: Siga el esfero con la mirada, no con la cabeza.
MC: Lo seguí.
D: ¿Qué día es hoy?
MC: Miércoles 11 de noviembre
D: ¿Cuánto suman 8+8 / 16+8 / 24+8 ?
MC: 16 / 24 / 32
D: Párese con las manos como cogiendo dos revólveres.
MC: Lo hice
D: Ponga los brazos al frente, las palmas hacia abajo y cierre los ojos.
MC: Y empecé a sentir mareo.
D: Ahora dígame un presidente chévere de Colombia.
MC: ¡Perdí el equilibrio y abrí los ojos!
D: No se me vaya a caer. Vuelva a la posición anterior, cierre los ojos y dígame ahora un alcalde chévere de Bogotá en los últimos tiempos.
MC: Literalmente perdí el equilibrio hacia la izquierda, de verdad, abrí los ojos y le dije: Le puedo hablar del sindicalista, del ladrón, o del mamerto modelo Maduro a ultranza. ¡Pero a este ritmo voy a terminar en el suelo, más por sus preguntas que por mi vértigo!
D: ¿Y cuál es su profesión?
MC: ¡Periodista!
¡Hasta el próximo miércoles!