Faltaban dos minutos, Alemania, campeón del mundo, se volcaba contra el arco de Corea. Un tiro de esquina, un rebote y el delantero coreano quedó frente a Neuer. Apenas la pelota besó el arco el árbitro anuló la jugada. Sin embargo, las repeticiones que se veían en la pantalla del estadio marcaban la verdad: el coreano había sido habilitado. El árbitro, avisado por la base desde Moscú, miró la pantalla. Se demoró un puñado de segundos y señaló la mitad del campo de juego. Gol de Corea. El VAR sacaba al campeón del mundo.
La tecnología de video arbitraje (video assistant referee, arbitro asistente de vídeo) ha sido toda una innovación en el mundial de Rusia donde se está utilizando por primera vez. Tiene el potencial de cambiar el juego, y hasta ahora parecería que ha logrado que este sea más limpio, con menos faltas entre los jugadores, pero no ha dejado de ser objeto de controversias. Le significó una tarjeta amarilla a Cristiano Ronaldo en el partido contra Irán, cuando el arbitro virtual desde Moscú detectó el codazo contra Morteza Pouraliganji y le informó al arbitro de campo, aunque el entrenador Carlos Queiroz de Irán insiste en que merecía tarjeta roja, y fue debido a la importancia de la presencia de Ronaldo en el mundial que se le perdonó.
El VAR es un conjunto de cámaras que retransmiten a una sala en Moscú todos los partidos que se están jugando en los diferentes escenarios deportivos. Allí se encuentran 13 árbitros video asistentes, que inclusive se visten como árbitros listos para saltar al campo, entre estos se escoge uno para cada partido, que cuenta a su vez con tres asistentes. El partido les es transmitido en directo desde varias cámaras en el estadio, conectadas a una tecnología que les permite repasar las jugadas con la capacidad de cámara lenta, similar a lo que ven los televidentes fuera del estadio.
Solo hay cuatro tipos de jugadas que pueden revisarse: goles (detectar si realmente entró, o si hubo alguna falta previa que lo anule); decisión correcta sobre penalitis (falta real dentro del área); tarjeta amarilla y roja, donde se asegura que el jugador reciba la sanción merecida en caso de dudas sobre la gravedad de la falta; y confusión en la identidad del jugador que realizó una infracción. Esta asistencia puede producirse a petición del árbitro (si tiene dudas en alguna de las jugadas) o en caso de que los árbitros asistentes detecten un movimiento dudoso y avisan al juez del encuentro a través de su audífono. En ambas oportunidades el VAR es solo un mecanismo de asesoría. El árbitro del partido es quién toma siempre la decisión final.
Todo el sistema esta enfocado en los árbitros, los espectadores no saben cuando esta siendo usado. En algunas situaciones, el árbitro solo recibe un mensaje en su audífono indicándole que una decisión se está revisando, luego transmiten su recomendación sobre cambiar o mantener una decisión, en cuyo caso los espectadores solo ven al arbitro tocándose el audífono. Otro momento, es cuando el arbitro hace una señal de rectángulo en el aire indicando una TV, donde solicita ayuda al VAR y la comunicación es a través del audífono, el arbitro toma la decisión considerando las conclusiones del VAR y vuelve a hacer la señal de rectángulo en el aire para cerrar y seguir el juego. La última, y la más obvia, pero la que genera más confusión y frustración en el estadio, es cuando el árbitro se dirige a una pequeña estación al lado de la cancha donde hay terminales de video, haciendo el símbolo de rectángulo en el aire, para que le proyecten la repetición que están viendo los árbitros del VAR, en ese momento se consultan entre ellos para tomar la decisión final.
La utilización del sistema todavía genera confusión, tanto en los árbitros como en los asistentes, y hasta los defensores del sistema admiten que la tecnología se encuentra en su etapa inicial. En otros juegos como el rugby y el football americano, donde desde hace años se utiliza un mecanismo similar, los entrenadores y fanáticos pueden solicitar oír la comunicación entre en arbitro de campo y sus video asistentes, algo que no esta considerado en el VAR y puede genera susceptibilidades sobre las razones finales de una decisión, como en la tarjeta amarilla otorgada a Cristiano Ronaldo por el codazo contra Morteza Pouraliganji, donde el entrenador Carlos Queiroz de Irán insiste en que merecía tarjeta roja, y fue debido a la importancia de la presencia de Ronaldo en el mundial que se le perdonó.
Lo que es cierto, es que el gol de “la mano de Dios” de Maradona en el partido de Argentina e Inglaterra en cuartos de final de Copa Mundial de Fútbol de 1986 en México, no hubiera sido válido si el arbitro de ese momento hubiera tenido acceso a esta tecnología, aunque hoy todavía se dice que él fue uno de los pocos que no vio esa mano en todo el Estadio Azteca.
