El cierre no podía ser mejor. Con seis meses aún por delante, a julio de 2019, ya están andando en Cali y en catorce municipios más de cien proyectos de inversión con recursos extranjeros pero también con capital nacional.
Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle, la tuvo clara y desde comienzos de su mandato, el 1 de enero de 2016, entendió que si había algo prioritario para la región era encontrar caminos para la generación de riqueza y ingresos, para lo cual se requería volver más competitivo el departamento. Pero se trataba de buscar resultados de una manera no convencional con iniciativas que se ajustaran a las dinámicas de las nuevas economías, donde el emprendimiento, la iniciativa privada y la creatividad —la llamada economía naranja— jugaban un papel clave.
La fórmula funcionó: lograr una alianza productiva entre el sector privado y el público. La gobernación en conjunto con la Cámara de Comercio de Cali, la Comisión Regional de Competitividad y la Universidad del Valle trabajaron para impulsar el emprendimiento y la innovación. Más de 21.000 vallecaucanos pudieran desarrollar su idea de negocio, permitiéndoles acceder a asistencia técnica y capital semilla a través de los ocho centros de Valle INN, tal como lo explica la gobernadora Dilian Francisca: “A través de estos pueden realizar su plan de negocios, el modelo de negocio, conexiones con la cadena de valor, recursos de capital semilla, si necesitan, y créditos, además de tasa blanda para el emprendimiento y la innovación para que este emprendimiento e innovación sean el corazón de la competitividad”.
La aspiración es cerrar el año concretando otros veintiséis proyectos de inversión extranjera y nacional que generen alrededor de US$183 millones y mil quinientos empleos.
Los recursos han llegado principalmente de países como Holanda, Perú, Uruguay y China. Se encuentran a su vez en proceso de vincularse al programa, Estados Unidos, Brasil, Francia, Alemania y Reino Unido.
Lo valioso de la iniciativa es que lo recursos no se han centrado solo en Cali, Jamundí, Yumbo o Palmira, sino en municipios del centro y norte del Valle donde en el pasado, por la violencia, no había apuestas de inversionistas. Ese es el caso de Candelaria, Buenaventura, Buga, Roldanillo, El Dovio, Bolívar, Yotoco y Trujillo
El programa Valle INN, con la Universidad del Valle, para apoyar la innovación de pequeños empresas y emprendimientos permitió otorgar capital semilla en dos categorías: Mi Emprendimiento, con recursos hasta por $ 20 millones, según el número de nuevos empleos que generen, dirigido a emprendimientos que se encuentren en proceso de constitución o que hayan sido formalizados en un lapso no mayor a dos (2) años; y Mi Empresa, dirigido a aquellas que se encuentren ya legalmente constituidas con más de dos (2) años, para acceder a recursos hasta de $90 millones de acuerdo al número de nuevos empleos generados.
Para estimular las iniciativas, la gobernación creó a su vez el Premio de Innovación y emprendimiento. Aquí el aliado principal fue la academia, universidades y centros de investigación como son la “Academia Clúster”, que contribuyó al desarrollo de conocimiento y competencias en innovación y avance tecnológico. Esto ha permitido incrementar los niveles de innovación en 150 micros, pequeñas y medianas empresas del departamento y generar un impacto positivo para la economía local.
Está claro que buenas ideas sin recursos, créditos y financiamiento fracasan en el intento. De allí el programa Banco Social del Valle, la herramienta de financiación con los intereses más bajos del mercado. En este proyecto, el motor ejecutor es la subsecretaria de Prosperidad y Desarrollo Social, dependencia adscrita a la Secretaría de Desarrollo Social y Participación, que ofreció un diplomado en Emprendimiento y Creación de Empresas para habilitarlos a manejar los recursos crediticios. Una capacitación que deben realizar los aspirantes a los microcréditos del programa Banco Social del Valle, donde aprenden temas de contabilidad básica, aspectos administrativos y estratégicos, módulo de marketing y todo lo concerniente con el programa.
Pero nada esto sería viable sin un cambio en el entorno de la región en la ruta de la competitividad. La gobernadora Dilian Francisca Toro realizó una gran inversión en la recuperación y fortalecimiento de su red de carreteras por valor de $ 1.4 millones en proyectos macros como la vía Cali-Candelaria; la vía El Placer-Santa Elena-El Paraíso; la ampliación a doble calzada de la antigua vía Cali-Yumbo, tramo Menga-Gecolsa; la recuperación de la antigua vía Simón Bolívar tramo Pailón-Aguaclara.
El énfasis no está solo en las conexiones cercanas a Cali y los principales municipios. Se han adecuado y construido carreteras que comunican La Unión-La Victoria y la vía Santa Ana, en Cartago, que conduce al aeropuerto de dicho municipio. Y el mejoramiento con Placa Huellas en vías terciarias en los cuarenta y dos municipios del Valle del Cauca, beneficiando a más de dos y medio millones personas a través de los 44.5 km intervenidos y con una inversión de $40.000 millones de pesos, destacándose obras como la del corregimiento Albán, de El Cairo y en Buga la de Monterrey, La Habana y el Janeiro. Igualmente, con $60.000 millones de pesos de regalías se ha realizado el mantenimiento de más de trescientos kilómetros de vías rurales en el departamento.
Han sido cuatro años de gobierno focalizados en una estrategia integral que tiene como único propósito el desarrollo de una región y un departamento: el Valle del Cauca.
*Con información suministrada por la Gobernación del Valle
