Valledupar, la capital del departamento de Cesar, es reconocida en el ámbito internacional por ser también la capital mundial del vallenato. La mayoría de los grandes compositores, acordeoneros y cantantes de este género viven allí.
El gentilicio de los habitantes de esta ciudad es valduparenses o vallenatos. Este último es popularmente conocido y significa nacidos en el Valle.
Valledupar recibe dos nombres: el valle de Upar, por lo que ahí yacían las tribus indígenas chimila y tupes, comandadas por el cacique Upar. También es conocida como la ciudad de los santos reyes: es llamada así porque un 6 de enero de 1550 el capitán español Hernando Santana llega al valle, y al ver sus suelos fértiles y hermosos, decide fundar una ciudad en ese lugar, antes de partir a Santa Marta.
Gastronomía, ganadería, agricultura, ríos, cerros, cultura, música y artesanías son características representativas del valle de Upar.
Hace más de 45 años, el señor Orlando Franco llegó al municipio de Valledupar, proveniente del departamento de Santander, gracias a un hermano suyo, quien vivió en el municipio de Codazzi, Cesar, y ahí trabajaba en la siembra y recolección del algodón. De inmediato se comunicó con su hermano Orlando y decidió trabajar duro el campo para enviarle los pasajes y traerlo a trabajar con él. Desde muy joven el señor Orlando Franco se ha interesado en las artesanías típicas de las regiones de nuestro país y, particularmente, en las de Valledupar, viendo esta su oportunidad laboral para salir adelante.
Con el apoyo de la alcaldía municipal y en compañía de su señora esposa, hace 15 años decide montar un negocio de ventas de artesanías típicas de la capital de Cesar. El lugar que escogió no pudo haber sido otro, sino el balneario Hurtado a orillas del río Guatapurí. Todos los días llega al sitio para atender con cariño a turistas nacionales, extranjeros y propios, ofreciéndoles mochilas arahuacas, sombreros wayús, llaveros, réplicas de los monumentos de la ciudad en distintos materiales, imanes para neveras, entre otros.
Orlando Franco, el Santandereano Vallenato, como lo llaman sus amigos y compañeros, nos contó que el río Guatapurí ha bajado el nivel de sus aguas y actualmente no es caudaloso como lo fue hace más de 45 años, y afirma que se ha mantenido gracias a las manos de Dios. El río Guatapurí nace en la Sierra Nevada de Santa Marta.
