El hombre que siempre ha estado a la sombra de Alvaro Uribe, bien sea para asesorarle, informarle o animarle en los peores momentos, analiza ahora el escenario preelectoral de cara a los comicios del año 2022.Hombre controvertido, buen conversador, siempre polémico y retador en sus opiniones, nadie puede negar su destreza política y la capacidad de análisis de Gaviria. Su personalidad, desde luego, no deja indiferente a nadie y en esta entrevista se nos revela como un sagaz y conciso analista que alerta acerca de los peligros que acechan de cara a las elecciones del próximo año en Colombia.
Ricardo Angoso: Antonio Navarro asegura que el uribismo está muerto, ¿Qué responderías ante esa aseveración?
José Obdulio Gaviria: Recordemos aquella frase de la literatura española que aseguraba que los muertos que vos matáis gozan de muy buena salud. El uribismo es una corriente muy respetable en el ámbito de la política colombiana y, me atrevería a decir, latinoamericana, mostrando una gran fuerza y capacidad política todavía.
R.A.: ¿Qué piensas de los sondeos que otorgan a Gustavo Petro, candidato de la izquierda colombiana, el primer lugar en intención de voto de cara a las elecciones del próximo año, del 2022?
J.O.G.: Un año antes de que ganara Pastrana las elecciones presidenciales casi todas las encuestas daban como ganadores a otros candidatos. Eso no le resta importancia a las encuestas y no debemos dejarlas de lado, ya que señalan tendencias. Yo creo que Colombia, en estos momentos, está viviendo una situación parecida a la Venezuela en el año 1998, cuando unas elecciones llevaron a un triunfo ajustado, pero triunfo de todos modos, a Hugo Chávez, ya que alcanzó algo menos del 32% del total de la votación y hubo una altísima abstención. Colombia podría estar ahora en una situación muy parecida. En primer lugar, porque muchos sectores de la democracia liberal están muy divididos, al tiempo que se percibe una actitud de cierto escepticismo en una buena parte de la población y una cierta irresponsabilidad por parte de una cierta elite política. Además, estamos viviendo un momento que se podría definir como trágico, en medio de esta pandemia generada por el covid-19, que podría compararse a los momentos previos que llevaron a la actual tragedia que padece Venezuela desde hace años.
No olvidemos que Venezuela vivía un momento de escepticismo total debido, en primer lugar, al intento de golpe de Estado de Chávez, luego el "caracazo" y, por último, el muy discutible gobierno del presidente Caldera, que tuvo la controvertida y errónea decisión de indultar a Chávez en ese contexto tan arduo. Nosotros, los colombianos, podemos estar enfrentando un peligro semejante. Mi opinión es que Gustavo Petro representa lo peor del socialismo del siglo XXI, nada de lo que defiende Petro es rescatable. Comparte, además, la misma desinhibición moral que Chávez con respecto a las prácticas políticas.
R.A.: La muerte de Holmes Trujillo dejó al centro derecha huérfano para las elecciones del 2022, ¿quién crees que se perfila para liderar al mismo en los próximos comicios?
J.O.G.: Tienes toda la razón y aprovecho la ocasión para rendirle homenaje a Holmes Trujillo y a su memoria. El se perfilaba como una figura fundamental para concitar el consenso de todo el centro derecha en torno a su proyecto político. En el paralelismo que hay entre la Venezuela de 1998 y la Colombia de hoy también tenemos ese elemento en común de la acefalia de la democracia liberal del país. Sigo insistiendo en ese paralelismo con la Venezuela de 1998 y ojalá me escuchen muchos líderes de la democracia liberal para que le pongan atención, para que vean a que estamos abocados si no actuamos y nos unimos. La generación que debería haber estado al frente de los asuntos de Venezuela de una forma responsable es una generación perdida que lleva 22 años sin haber tenido la menor posibilidad de haber incidido positivamente en los destinos de su patria. Es necesario recordar esta historia de Venezuela porque quizá, aquí en Colombia, estamos condenados a repetirla.
R.A.: Parece que de cara a las elecciones de 2022 tendremos dos grandes bloques, uno a derecha y otro a la izquierda, ¿crees qué será así en el caso colombiano?
J.O.G.: Petro es quien lidera ese bloque de izquierdas, no es que lo aceptan como dice Navarro, sino que es su líder natural. Petro es el hombre que amenaza con destruir el capitalismo, el que defiende la intervención del Estado en todos los aspectos de la vida, el de la expresión más radical de la supresión, el olvido y la muerte de libertad económica y otras libertades. Ya lo conocimos lo suficiente durante cuatro largos y terribles años al frente de la alcaldía de Bogotá. El es el jefe del bloque que conformará la izquierda para las próximas elecciones de 2022.
R.A.:¿Crees que la opción de Tomás Uribe en el centro derecha sigue teniendo todavía posibilidades?
J.O.G.: Lo que pienso es que debe haber un trabajo serio para llegar a una consulta en marzo del próximo año para determinar un candidato que se sitúe en la segunda vuelta. Aquí en primera vuelta solamente hay un candidato que gana elecciones y ese es Álvaro Uribe Vélez. Y en esa segunda vuelta, con la unión de todos los sectores, amigos y aliados, tenemos que ser capaces de ganar y garantizar que en el país haya libertad, tal como lo definió la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid: ¡comunismo o libertad! En esa disyuntiva también estamos en Colombia y no estamos asustando a nadie, solamente basta con ir a nuestra frontera con Venezuela o vean cómo están todos los semáforos de Colombia. Una decisión política errónea puede conllevar un cambio de vida absoluto en todos los sentidos para bien o para mal, tal como les ocurrió a los venezolanos y todavía pagan.
R.A.: ¿Qué piensas de lo que ha ocurrido en Perú, donde un candidato de extrema izquierda que se declara chavista y castrista ha ganado las elecciones y tiene grandes posibilidades de cara a la segunda vuelta?
J.O.G.: Eso mismo le puede ocurrir a Colombia, también a Perú, pero por ejemplo ya le ha ocurrido a Argentina, que tenía un cambio del peso con respecto al dólar en 40 y ahora lo tiene en 91, un desastre completo. Esperemos que en Perú reine el sentido común y no se elija a semejante candidato, tan malo en todos los sentidos pero también muy ignorante, como presidente del país. En Venezuela, por ejemplo, la moneda, el bolívar, no vale nada, los billetes están tirados por las calles.
R.A.: ¿Cómo observas estos primeros cien días de gobierno de Joe Biden?
J.O.G.: Yo sigo creyendo que la política norteamericana es bipartidista y que no existen esos peligros que señalaban algunos analistas de producirse el cambio de Biden a Trump. No obstante, quiero reseñar que el asunto de la frontera con México, con miles de inmigrantes apiñados allá y esperando a entrar en los Estados Unidos, se está convirtiendo en un asunto explosivo. La política norteamericana también ha cambiado, sobre todo en lo relativo a los asuntos de seguridad, y no solamente por Biden, sino por el conjunto de la sociedad y por algunos sectores que originan una cierta inestabilidad por su radicalismo.
Con respecto a las democracias latinoamericanas, Estados Unidos mantiene una política de no intervencionismo en sus asuntos y esa línea es la que también se mantiene con respecto a Colombia, tanto en el tema de las drogas o como en otros asuntos. Por ejemplo, tanto Obama como Trump o Biden han mantenido cero intervención en lo que fue nuestro "proceso de paz", tanto durante los mandatos de los presidentes Santos y Duque. Eso es lo que yo veo y observo, aunque claro en Colombia hay dirigentes políticos que todo lo ven desde una óptica antinorteamericana, como es el caso de Petro y en el de Robledo, que ven siempre un mano conspirativa y diabólica por parte de los Estados Unidos.
*Esta entrevista fue realizad antes del Paro Nacional del 28 de Abril