De manera desvergonzada, el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa dijo que Carrasquilla es un ministro brillante que ha impulsado reformas que buscan “equidad y desarrollo” y que es “un patriota generoso e íntegro”. Pues ahí está, señor Peñalosa, la gran cachetada que el pueblo colombiano le ha dado a sus palabras y al uribismo entero con las extraordinarias movilizaciones que ha hecho, y que seguirán, por tanto abuso de poder desde que el “el Gran Colombiano” montó su dictadura con vestimenta de “demócrata”; dicen, que “aunque la mona se vista de seda mona se queda”.
Por supuesto que Carrasquilla le ha servido “al país”, pero seamos claros, le ha servido al país rico que ha montado, como toldo parte, la plutocracia de Colombia que, liderados por Sarmiento Angulo, han visto cómo incrementan su riqueza a costa de que haya mucha más desigualdad para millones de colombianos, el del país pobre. ¿Acaso es justo y equitativo que una vaca tenga más tierra para pastar que la tiene una familia campesina para vivir? ¿Es justo que el año pasado el sistema financiero haya generado más de 140 billones de pesos en utilidades y que de eso haya dado solo el 1,9? ¿Acaso es justo que en ese país rico haya una vida de superlujos, de las mejores comidas, mientras que millones de colombianos del país pobre ya no tienen con qué comprar para sus tres golpes de comida al día? Ahí es donde se entiende “la brillantez, la generosidad y el patriotismo” de Carrasquilla; que incluso, por el servicio que le presta a ese país rico le han permitido que se enriquezca él mismo. ¿O ya olvidamos la trampa que le tendió a los municipios con los bonos del agua? Y por ese “servicio patriótico” que le presta a ese país rico lo premian con altos cargos burocráticos.
En su conjunto, ese es el uribismo, una cofradía que como punta de lanza es servil a ese país rico y que ese país rico ha montado en el poder para que defienda esos intereses. Pero los millones de colombianos del país pobre ya están cansados de esa esclavitud a que son sometidos y estallaron con esa reforma tributaria que era otro verdadero atraco a los bolsillos de los más desposeídos. Una reforma que confirmaba que la plutocracia que lidera Sarmiento Angulo seguiría protegida en sus intereses, en su riqueza, y que, como un vulgar ladrón, el gobierno nacional le iba era a “cosquillear” el bolsillo a esos millones de colombianos ya esclavizados para arrancarles hasta las monedas, sin importar si comen o no comen. Esa es la esencia del uribismo: “corazón grande” para ese país rico y “mano firme” para el país pobre. Por eso Uribe salió a trinar que había que permitir que soldados y policías utilizaran las armas dizque para defenderse de la “acción criminal del terrorismo vandálico”, pero en el fondo es para seguir defendiendo a ese país rico. En ese trino, está expresada claramente la mente de un criminal.
Ese inmenso país que logró que se retirara la reforma tributaria (no es el gobierno el que la retira) y que tiene que seguir empujando para hacer retirar otras, es el que comienza a despertar para romper las cadenas del miedo, de la ignorancia, y lograr que el uribismo sea retirado de la política y desmarcarse de la manipulación que hacen Caracol, RCN, Blu Radio… en sus cabezas. Porque en un país serio no debería irse Carrasquilla y su grupo económico, también debería el presidente, el contralor, el defensor del pueblo, la procuradora... que son el uribismo, que se tomó el poder para seguir manteniendo un país partido en dos; que dejen en paz hasta la misma paz que se merecen los colombianos y se vayan a buscar la tranquilidad para sus conciencias, si es que lo logran; que despejen el camino para que los colombianos elijan realmente mejores gobiernos para la gente, en el cual se gobierne, en serio, democráticamente, con justicia y equidad.
Pero cuidado, a millones de colombianos los acostumbraron al asistencialismo, como el de Familias en Acción o el Ingreso Solidario, para comprar su conciencia y callar sus voces de inconformismo. El asistencialismo es una forma de amarrarlos y meterles miedo en cada elección con la amenaza que les van a quitar tal ayuda sin no votan por el candidato que imponga el establecimiento. Bueno, ya es hora de romper esas cadenas, elegir gobiernos realmente democráticos y progresistas, que logren mejorar calidad de vida en salud, educación, servicios públicos… Es hora de dejar atrás el uribismo, de ponerlo de paticas en la calle.
