La estrategia China en el Africa que empezó hace 20 años, ha llevado a una presencia cada vez mayor en el continente tiene una nueva arista: la vacunación contra el COVID.
Desde enero del 2021 y por orden del Presidente chino Xi Xinping, su paisa ha donado donado más de 16 millones de dosis de su vacuna Sinovac entre al menos 27 países africanos, donde la verdad, la pandemia no ha pegado tan duro. Lotes de vacunas donados por China seguirán llegando en el transcurso del año.
La presencia de China en África ha ido en aumento desde el año 2000 cuando el entonces presidente chino Jiang Zemin presidió la primera conferencia ministerial del recién inaugurado Foro Sino-africano (FOCAC) en Beijing que reunió a 77 ministros chinos con 44 presidentes africanos. La coordinación entre chinos y africanos para acordar proyectos de cooperación económica y militar en el marco del FOCAC, continua muy articulada.
Hoy, China es la principal fuente de importaciones de más del 90% del continente, es el exportador minero energético más fuerte en África y tiene concesiones de infraestructura e inversiones financieras superiores a 100 millones de dólares en 49 de los 54 países africanos. Beijing hoy es el mayor acreedor bilateral del continente, representando alrededor del 20% de la deuda externa del mismo, según varias estimaciones.
La llegada del coronavirus pudo haberse percibido como una zancadilla al desembarque de China en estos países por el nivel de prejuicio que en la sociedad emergieron alrededor de los ciudadanos chinos como principales portadores del COVID-19. Y a pesar de revelar puntos débiles en la relación entre China y África, la pandemia dejó en evidencia el nivel de compromiso privado vinculado a la ayuda frente a COVID-19 en los últimos meses, muestra de que algo puede estar cambiando.
Solo entre abril y junio del 2020, China despachó dos mil toneladas de ayudas humanitarias directo para África avaluadas en 280 millones de dólares aproximadamente, lo cual fue menor a las donaciones de privados chinos en África. Instrumentos médicos, pruebas, alimentos, insumos de bioseguridad, etc, llegaban desde China sin ni siquiera solicitarlas.
Con las vacunas, el mismo patrón de asistencialismo chino se presenta en diversas naciones africanas que han recibido cientos de miles de dosis de la marca Sinovac que el gobierno de Xi Xinping ha aprobado para regalar.
Desde el principio, la producción y distribución de dicha vacuna ha reconocido a África como un beneficiario priorizado por el gobierno de la República Popular China y su respectivo sector privado. Hoy países como Sierra Leona, Tanzania, Eritrea, Uganda, República Democrática del Congo, la República Centroafricana, Sudáfrica, Sudan, Guinea, Senegal y Mauritania han empezado a vacunar a su personal médico con dosis de Sinovac donadas por China.
Anticipándose a dicho esquema de asistencia solidaria que Xi Xinping ha ordenado mantener entre sus más altos diplomáticos en África, en julio del 2020, por primera vez, el gigante asiático convocaba una “Cumbre Extraordinaria China-África para la Solidaridad”, en la cual participaron 37 cancilleres africanos vía zoom y en la que se prometieron millones de dosis gratis para los países participantes, auspiciadas por China.
Dicha aparente benevolencia por parte de China muy bien ha solidificado las relaciones de amistad del gigante asiático con África y ha hecho contraste con el debilitamiento en el relacionamiento entre los países africanos y Europa, la cual ha sido catalogada varias veces como codiciosa en el manejo y acumulación que se le ha dado a las vacunas producidas en Occidente frente a la necesidad explicita de África que carece de estas.
