Existe un vacío que poco a poco se va llenando en la literatura nacional. La generación de Juan Gabriel Vásquez va cediendo hacia los escritores nacidos en la década del ochenta. Uno de ellos llama la atención por su frescura y originalidad. A Ruben Orozco lo venimos conociendo desde la década pasada cuando lanzó con éxito Los tempestuosos y su nombre no se ha quedado a la vera del camino. A sus 38 años sigue confirmando que, aunque los años le han dado seguridad, no le han quitado la ingenuidad infantil con la que aborda los temas y que lo convierte en uno de esos nombres que empiezan a ser esenciales a la hora de enumerar a los autores colombianos más destacados menores de cuarenta años.
Absolutamente todo, su nueva novela publicada por Random House, pertenece a un género poco explorado en la literatura colombiana, la historia de carretera. Un escritor, al borde del bloqueo, decide salir con su familia en una minivan para embarcarse en un viaje en globo. La narración cubre desde la ida de la casa familiar en donde caben todos, hasta al improbable cuñado francés, pasando por sus papás, y sus hermanos, hasta el lugar donde está el globo. En el camino se van encontrando con personajes entrañables como el artista callejero que no tiene otro mérito que el de tirar al aire su pelota de tenis y agarrarla. "Si todo el mundo puede hacerlo no es arte" dice William Guillermo, el hermano del protagonista, atreviéndose incluso a dar algo tan difícil como es una definición del arte en estos tiempos en donde todo ya está dicho.
Absolutamente todo tiene ambiciones desmesuradas que, aunque no siempre cumple, si muestra una valentía, un arrojo que son necesarias y que refrescan el panorama de la narrativa actual. A veces bordea la lógica del sueño lo que hace aún más interesante y extraño este libro lleno de pasajes hermosos como el de aquella carta del protagonista a su hija recomendándole, para combatir el insomnio, hacer una pirámide con sus almohadas y sumergirse en la lectura de cualquier libro hermoso.
Un homenaje a la lectura termina siendo esta novela de lector para lectores, un placer extraño que ya está a disposición de ustedes en cualquier librería del país.