La posesión de Petro contrastó a sus seguidores, paradójicamente desposeídos de derechos, con el aferrado y endemoniado establecimiento.
Petro hizo referencias a Cien Años de Soledad. Yo invocaré una obra de la cual hice referencia cuando elegí Personaje del Año 2019: Los Poseídos (Dostoyevski), donde los bandos tenían maestros comunes, y enemigos internos; algunos personajes clave eran Piotr (cuya permutación aproxima Petro), Nicolai e Iván.
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Anécdotas de esa novela política reencarnaron en nuestro autodestructivo bicentenario: en un escenario polarizado, la intriga, corrupción y traición son protagonistas. Revolución de la revolución, sólo Dios sabe qué sucederá si fracasa Petro, la única esperanza de los «Nadie»; breve digresión, el origen y destino del «Nihilismo» es la «Nada», implicando ausencia de fe, optimismo y camaradería.
Ante sus radicales o ingenuos seguidores, tuvo la gallardía de reconocer que el cambio es incierto, pues incluso las economías supuestamente desarrolladas están colapsando, y, ocultas en el clóset, buscan alternativas a los disfuncionales paradigmas vigentes. Juró no resignar la oportunidad de intentar algo diferente, y advirtió que, pase lo que pase, “se acabaron los no se puede o siempre fue así”.
Duque, abyecto expresidente, culminó su gobierno haciendo más diabluras, y decidió improvisar sabotajes a su sucesor, después de haber apagado los micrófonos a la oposición durante la Instalación del Congreso. Prefirió derrochar los recursos públicos pagados en “pólizas”, para negar la petición de presentar en público un símbolo de Libertad o Revolución, que debería estar expuesto en algún Museo.
Acaso le faltó recrear La Estrategia del Caracol -memoria de la desigualdad y la corrupción -, donde los inquilinos sigilosamente retrasan su desalojo, y, guiados por la indignación, ejecutan una implosión para declarar mediante un mural “Ahí tienen su HP Casa Pintada”.
Innecesario desplante de Duque, como anfitrión y ante una Plaza eufórica: pudo haber provocado una “Espada de Llorente”. Además, se lavó las manos y dejó con la “encrucijada del alma” a las Fuerzas Armadas “entre la pared” ante Petro, el Pueblo y la Comunidad Internacional. Ese era el payaso autoritario y mal intencionado que dirigía los destinos de nuestro país.
Finalizada la transmisión oficial, los Canales Privados y la Comisión de Regulación de Comunicaciones empezaron a emitir publicidad del antiguo gobierno, demostrando que Duque nunca fue un estadista, y aspira a convertirse en fantasmita opositor.
Coletillas:
- La excanciller Ramírez no recibió a Boric en Catam, y EE.UU. envió como representante a Usaid. Para la ceremonia de posesión eliminaron la Alfombra Roja y el término “besamanos”, pero no colombianizaron el juramento, modernizando los “juráis o hiciereis”.
- Cometieron el despropósito de incluir en el video del Himno Nacional a Karol G, y presentar una pobre Reforma Tributaria para la “Igualdad y la Justicia Social”, donde prácticamente nadie pagará más, y supuestamente las nadie se beneficiarán, pero el Gini no mejorará de manera relevante.