El rector de Los Andes lo sorprendió con una visita con su mamá que llegó de Medellín para recordar los tiempos en los que había sido vecinos y cercanos en el parque del Japón en Bogotá.
Después de una grata comida en que Germán Castro Caycedo les confesó el plan de escribir un libro sobre glifosato, amaneció indispuesto y comenzó el calvario de un cancer que se lo llevó en 20 días.
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