Los tres conciertos más esperados del año son los de Bad Bunny, Carol G y Daddy Yankee. Ya hace rato terminó la hegemonía de los rockeros. El último gran concierto de rock fue el del 2018 cuando Alfredo Villaveces, líder de la empresa Move concerts, trajo a Roger Watters llenando el estadio El Campín. Cuatro años después y con una pandemia de por medio, el escenario parece completamente diferente. Ahora el reggetón, después del Coronavirus, es el rey indiscutible.
Por eso, los tres conciertos más esperados del año no es el de Kiss en el Movistar, Joan Manuel Serrat o el que recién pasó de Rubén Blades. No, ahora la locura es Bad Bunny, Karol G y Daddy Yankee. Los tres tienen un común denominador, el empresario que los trae, el empresario Diomar García.
Nacido en Cúcuta la primera vez que supimos de él fue por la polémica que protagonizó su empresa al estar metida en el entramado de empresarios que trajeron a Colombia, a una de sus últimas giras, a Vicente Fernández. La empresa Total Concerts, estuvo investigada por intentar lavar 30 millones de dólares en la gira. Según El Espectador en una nota del 2012, la gira pudo haber servido para blanquear dineros pertenecientes a narcotraficantes como Daniel El Loco Barrera y los hermanos Comba, Luis Enrique y Javier Antonio Calle Serna. Sin embargo, según El Espectador, esta es la relación de Diomar y su empresa D&L Inversions, “La línea que conecta al Pulpo con Total Entertainment, otra de las empresas de Harigsson González que fue creada antes de Total Conciertos, se estableció en 2010, año en el que la empresa consiguió por primera vez los derechos para una gira de Vicente Fernández. En esa oportunidad, la sociedad de González Sánchez y Barco Reyes firmó un contrato para compartir derechos sobre el espectáculo con la empresa D&L Inversiones, propiedad de otro empresario de conciertos de Cúcuta conocido como Diomar García Montaguth, quien fue socio de El Pulpo".
El Pulpo era el narco más grande de la Frontera y fue asesinado en su restaurante, Espezia, en un céntrico sector de Cúcuta. Las investigaciones han rebotado por ahora.