El tsunami Trump
Opinión

El tsunami Trump

Cuando se vota por lo que se quiere oír

Por:
mayo 26, 2016
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Francamente, es una sorpresa y, la verdad, entre más se lee el texto y en el contexto de la campaña a la presidencia de los Estados Unidos de Norte América, menos se encuentra lógico desde estas lejanías.

Se tiene la impresión casi general que, como lo afirma la revista Semana, se trata de un fenómeno de difícil calificación: ‘Donald Trump: payaso y amenaza’ ya que ‘Cuando comenzó a insultar a todos, desde los inmigrantes latinos hasta al héroe de guerra John McCain, pocos creyeron que Donald Trump llegaría a puntear en las encuestas republicanas’; y termina diciendo que, ‘(…) según una encuesta de la cadena CNN, 59 por ciento de los votantes registrados tiene una opinión negativa de Trump. (…).’

Semanas después, el tema se complicó, pues se instituye como el candidato del partido Republicano. Esa es la realidad política que, según sabemos, se evidencia el día después.

Nos preguntamos: ¿si todo le era adverso, ¿qué ha hecho para que se encuentre al momento, de este momento, en punto de especial consideración americana? ¿Acaso no era el hombre de la postura ‘políticamente incorrecta’?

Pues bien, en esas reflexiones nos encontrábamos, cuando apareció un viejo amigo, conocedor del clima americano y, quien cuestionado sobre cada objeción al candidato, otorgaba una explicación que parecía atendible y de acuerdo con el itinerario de aquel lugar de América del Norte: (i)  que el señor no es parte del partido; sí, pero se presentó dentro de él; (ii) que el señor no cuenta con la confianza de los miembros del mismo; pero es que los que no están en la jerarquía así lo desean; (iii) que la maquinaria del partido lo va a autoderrotar: imposible, cuenta con muchos votos de base del sistema americano; (iv) que está sacando, espantando el voto latino y, por supuesto, el del inmigrante; pues no, ya que venció en esos puntos de fuerza y, los inmigrantes ilegales no tienen derecho al voto; (v) que no comprende el mundo global y, va en contra de la cooperación, de los aliados; pues tampoco, pues le habla es al pueblo, que según su argumentación es el que tiene el poder real en Norteamérica; (vi) pero si pertenece a la élite económica, jamás puesta en peligro; por eso, por eso, todos los americanos lo ven, como el punto de llegada, todos quieren ser como él; y, (vii) en fin, en fin.

Con ataques por doquier, con cada frase polémica, que lleva en sí un sabor a desconceptualización, podría haber generado una estampida. Ello no ha pasado. Entonces: ¿qué es lo que pasa, que lo que era descartable, parece hoy imparable?

El mundo político, como dicen en mi tierra, tiene sus vericuetos; verdades que son solo apariencia; apariencias que pueden ser reflejos y, reflejos que pueden ser realidades. Ese es el sistema.

 

El discurso es: el país no puede soportar más inmigrantes ilegales,
la seguridad social es solo para quienes tienen ciudadanía,
la seguridad global debe ser financiada por todos los países involucrados

 

¿Pero qué en el fondo? Parece que el Sr. Tump está en el momento diciendo  lo que los americanos desean oír y —interpreto— que: (i) el país no puede soportar más inmigrantes ilegales que, además de no pagar impuestos, impiden el acceso al trabajo de los legales; (ii) la seguridad social es solo para quienes tiene el derecho de ciudadanía; (iii) la seguridad global debe ser financiada por todos los países involucrados y, no casi en su totalidad por Estados Unidos; (iv) en fin, otras palabras, muchas hasta bruscas que muchos quieren oír.

Un columnista de The New York Times afirma con exactitud que ‘Un número sin precedentes de estadounidenses piensa que el sueño americano está fuera de su alcance. Y entre los millennials, la confianza social está en los niveles más bajos de la historia.

El éxito de Trump surgió de ese malestar, (…)’. Y, llama la atención cuando dice que ‘Después podría volver a avivarse la solidaridad a nivel nacional. En el curso de la historia de los Estados Unidos, ha habido proyectos nacionales —como la legislación ferrocarrilera, (…) el ambicioso programa de la Nasa para poner a un hombre en la Luna— que han unificado a esta nación tan diversa’.

Son segundos de historia mundial. ¿Para dónde vamos? ¿Que pasó con el sueño americano, con el discurso del buen vecino, con el Estado fuerte en solidaridad? Esas son las inquietudes del ahora, de esta hora. Así, ante el recoger los votos de quienes quieren oír lo que están oyendo, el Sr. Trump se convierte en un tsunami electoral.

 

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