Un video grabado por Yandra Brito, la exalcaldesa de Barrancas, Guajira, en la que advirtió los riesgos de su vida y la responsabilidad del Kiko Gómez, entonces gobernador de La Guajira, fue la prueba reina para su condena de 55 años. El juez comprobaría su responsabilidad en el asesinato de Henry Ustariz esposo de Brito y de su escolta ocurrido en la vía que conduce de Barrancas a Fonseca en el 2008. Cuatro años después la víctima sería ella.
La cadena de muerte que habla la Fiscalía serían las de varias personas que fueron asesinando selectivamente y que terminarían en la muerte de otra acusada del atentado, Marta Hernández. Una narcotraficante con la que Gómez también tendría disputa.
Kiko Gómez pertenece a una familia muy ligada a la ilegalidad en el sur de La Guajira. Primo de los hermanos Lucas y Jorge Gnecco Cerchar y del asesinado capo Mario Cotes Gómez quienes manejaron por años los hilos del poder no sólo en su natal Guajira sino en el César donde Lucas fue gobernador y en el Magdalena donde un sobrino de ambos Hugo Gnecco Arregoces fue alcalde de Santa Marta y su hermana Flor, exsenadora de la República por el Partido liberal.
Desde la cárcel La Picota donde está detenido desde el 2014, ha hecho alianzas políticas regionales como ocurrió con la destituida gobernadora Oneida Pinto.