En estos días me llegó, a través de Whatsapp, una campaña que promovía izar un trapo negro el 20 de julio, como señal de luto ante este gobierno corrupto y traidor.
No supe si sentirme profundamente indignada o muy desesperanzada. Lo cierto es que no deja de sorprenderme cómo gente tan cercana a mi, con quienes he compartido valores y que le apostábamos juntos a altruistamente "Dar de sí antes de pensar en si", a "Construir el otro país" y que invitan a otros a "poner al centro la vida" hoy se dejan confundir y manipular en medio una guerra de egos de quienes pretenden ser los héroes la patria.
Tal vez yo me quedé viviendo en ese otro país que conocí tan de cerca desde mi primera experiencia en Opción Colombia, hasta los 15 años que trabajé con víctimas del conflicto armado de todo el país.
Sin embargo, el país en el que vivo hoy no es peor que en el que trabajé escuchando los más desgarradores relatos y acompañando las personas, a quienes les quedaron solo dolores de esta guerra absurda generada por todos los bandos e intereses políticos y económicos.
Por eso quiero interpelar a quienes promueven y reenvían el tal trapo negro:
¿Dónde estaba tu trapo negro cuando desplazaron masivamente comunidades enteras?
Si la preocupación es que se "entregue" el país a guerrilleros, tal vez no te has dado cuenta que si superpones el mapa de desplazamiento forzado en este país con el de grandes megaproyectos de infraestructura, mega plantaciones, proyectos mineros legales e ilegales, o corredores de tráfico de drogas y armas, te va a coincidir.
O no te has enterado de los detractores por vía legal o mediante amenazantes que ha tenido el programa de Restitución de Tierras en un país donde se firmaron documentos de compra de buenas tierras con complicidad de las oficinas de registro municipales, con el argumento de que "la viuda me lo vende más barato" o para legalizar la posesión que hicieron luego del asesinato y violación de quienes allí habitaban.
De pronto no sepas que en la mayoría de las grandes ciudades si quieres tener un negocio propio sea una tienda o vender dulces en los buses, debes pagarles vacuna a quienes aprendieron a vivir de la intimidación.
¡Ya hace rato se le viene entregando complicimente el país a poderes económicos, políticos y armados!
¿Dónde estaba tu trapo negro cuando desaparecieron, en el mismo momento, 43 personas en Pueblo Bello? ¿O a los más de 30.000 desaparecidos en este país que suman más que las víctimas de las dictaduras de Chile y Argentina juntas? ¿Dónde estaba tu trapo negro todos los años en los que la sociedad civil insistió ante un Estado indolente que cerrarán la cantera de la comuna 13 y buscarán allí a los desaparecidos? Pero no, allí si primaba el bien económico individual.
¿Dónde estaba tu trapo negro durante la operación Orión en Medellin? Yo sí me enluté y lloré impotentemente viendo por televisión cómo helicópteros artillados para la guerra, disparaban sobre casas comunes y corrientes de barrio popular cual si fuera un campo de batalla de algún país del Medio Oriente.
Y volví a llorar 2 años después, cuando en un taller terapéutico con mujeres de esos barrios que estaban sufriendo las acciones violentas de los grupos armados que allí seguían actuando, pese a que el Estado combatió con su mano dura a los guerrilleros. Sólo querían seguir hablando de lo que les ocurrió durante la operación Orion.
Es muy fácil clamar con un trapo negro, por mano dura y no negociada, cuando no es por tu techo o por tu ventana que te entran las balas. Cuando no es tu trauma el que requiere acompañamiento psicosocial.
¿Dónde estaba tu trapo negro cuando había atentados guerrilleros como el de Bojayá, el de Granada o el de San Luis o cuando había masacres paramilitares en los Montes de Maria, los pueblos de Antioquia o de los Santanderes?
¿Dónde estaba el luto cuando había minas o casas bombas en el camino permanente de los campesinos? ¿Cuando secuestraban ciudadanos? ¿Cuando reclutaban niños?
¿Acaso sacaste tu trapo negro por alguna mujer que violó algún miembro de cualquier grupo armado? ¿O por una madre que denunció un falso positivo?
¿Acaso fuiste, con tu trapo negro, a llamarles corruptos a los miembros de la fiscalia cuando las víctimas iban a denunciar los hechos violentos y al regresar a la casa ya encontraban amenazas de muerte por haberlo hecho?
¿Acaso fuiste, con tu trapo negro, al congreso a callar a Mancuso o a evitar la posesión de los senadores de la parapolitica? ¿O te opusiste a la ley de alternatividad penal que permitía la desmovilizacion de grupos armados con un mínimo de cárcel a cambio de un mínimo de verdad? ¿O te opusiste a las pantomimas de las desmovilizaciones del bloque metro o las que realizó Luis Carlos Restrepo con las FARC?
Seguro no batiste tu trapo negro al avión que llevaba extraditados a Estados Unidos a los jefes paramilitares desmovilizados, quienes no sólo no cumplieron el acuerdo de paz firmado con el Gobierno y dejaron a las víctimas esperando por verdad que era lo único que se les exigía; sino que además sólo serían juzgados allá por el delito de narcotrafico, sin pagar en Colombia por asesinato, desplazamiento forzado, desaparición, masacres, violaciones etcétera, etcétera y mas etcéteras de delitos tipificados en Colombia. ¿Acaso eso no es impunidad?
Podría seguir y seguir con asuntos que he conocido de primera mano frente a frente con las víctimas y recorriendo los rincones más alejados de este país. Pero tal vez lo único atinado a decirle a quienes promueven y reenvían irresponsablemente esta "campaña a nivel nacional" es que yo el luto por la patria, por los gobiernos corruptos y que han sido traidores con los ciudadanos al no protegerlos, lo llevo desde hace muchos años.
Mi trapo negro ya ha estado en mi corazón demasiados años y no quiero seguir cargándolo más.
