Ignacio Londoño Zabala, conocido como ’el abogado de la mafia’, asesinado en Cartago, apoyaba en secreto una de las iniciativas más ambiciosas del Fiscal Eduardo Montealegre: La negociación con las bandas criminales de los rastrojos, el clan Usuga y Libertadores del Vichada y Bloque Meta. El abogado fue clave en los primeros acercamientos, sirviendo como emisario entre el delegados del fiscal como el director de fiscalías Luis González y el vicefiscal Jorge Perdomo, con Daniel Redón alias ‘’Don Mario’’ detenido en Combita y el jefe del clan Usuga, Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’.
La discreta negociación, que se acompaña de un proyecto de ley impulsado por Montealegre que facilitaría el sometimiento de sus estructuras, ha superados momentos difíciles pero en los últimos meses habría entrado en el congelador. Se dice el asesinato de uno de los emisarios, minó la confianza. Don Mario ya no estaba apoyando el proceso y la policía capturó a Blanca Senobia Madrid Benjumea, alias la Flaca, compañera sentimental de Otoniel, quien ha sufrido fuertes golpes.
El papel de Londoño fue el de acercar a las partes hasta el final, vigente gracias a sus canales de comunicación con la mafia y con la fiscalía, donde llevaba procesos como la defensa del Hacker Andrés Sepúlveda y el coronel Robinson Gonzales del Rio, y donde nunca se le investigó por el crimen de Álvaro Gómez Hurtado a pesar de los múltiples señalamientos en contra. Aspiraba a la alcaldía de Cartago, donde nació y comenzó su carrera política como concejal a los 18 años. Estuvo vinculado al proceso ocho mil, señalado de ser enlace entre el cartel de Calí y la campaña de Ernesto Samper.