Netflix lleva casi un año en crisis. Esto no es sólo de contenidos. Si bien dos de las mejores series de la actualidad se pasan por acá, Better call Saúl y Stranger Things, si existe un gran vacío para la gente que busca contenido menos sofisticado, más nacional. Y en ese sentido la salida de Betty la fea es un golpe durísimo para la plataforma. En el pasado fue perder a Pasión de gavilanes lo que hizo que muchos colombianos decidieran retirar su suscripción. Pero el gran golpe ocurrirá cuando llegue a Colombia la prohibición de compartir cuentas generará que muchas gentes deserte de Netflix.
Teniendo a 25 mil pesos HBO, a 30 mil Star y Disney en conjunto, en combo, a Netflix le va a quedar muy difícil intentar amarrar pueblo. Lo peor es que Netflix cada vez toma decisiones pésimas, como cancelar series como Archivo 81 o no renovar el contrato con RCN para mantener a Betty la fea atentan contra la conservación de suscriptores.
Obligar a la gente a pagar más de la cuenta en países tan golpeados económicamente por la pandemia hacen que la gente salga corriendo antes de poder pagar un peso de más. Con la inflación galopante en Argentina, a donde ya llegó la medida, hizo que cientos de miles de ciudadanos decidan cancelar su suscripción. A este paso las pésimas decisiones que están tomando los directivos de la plataforma hacen bastante improbable que se pueda mantener. Sería una lástima que la reina de las plataformas estallara económicamente y naufragara. Sólo pensar que Netflix también se ha convertido en el último refugio para los cradores más inventivos del cine, con mayor imaginación, han encontrado refugio en el techo de Netflix. Todo esto desaparecerá a un ritmo bastante acelerado.