La Habana.- Al cumplirse dos años del inicio de los diálogos de paz, las Farc le pidieron hoy al gobierno que explique por qué, después de haber ordenado “arreciar la ofensiva contra la insurgencia” ahora se queja por los golpes recibidos en las últimas semanas, entre ellos la captura en el Chocó del general Rubén Darío Alzate. “No es admisible que quien declara la guerra sin cuartel, pretenda que no se toque a sus soldados y generales”, resaltaron.
En rueda de prensa en la sede de los suspendidos diálogos, el Palacio de las Convenciones, Iván Márquez insistió en que es necesario pactar un cese al fuego bilateral para blindar el proceso. “No es sensato que continuemos matándonos en una confrontación que, de no parar, generará prisioneros e incidentes que pueden poner en peligro la continuidad de la Mesa de Conversaciones”, advirtió el jefe de la delegación guerrillera.
Aunque los diálogos están suspendidos, el espacio asignado para la prensa estuvo atestado de reporteros, camarógrafos y fotógrafos, igual que ayer, cuando las Farc se pronunciaron por primera vez sobre el caso del general Alzate. Y pese a que la insurgencia quiso dedicar este encuentro a evaluar los dos años de conversaciones, fue inevitable que la rueda de prensa navegara más por las aguas del rio Atrato que por las de El Laguito, donde trabajan sin pausa las delegaciones de guerrilla y gobierno.
Al ser preguntado sobre qué tan cerca está la liberación de Alzate, Iván Márquez explicó que todos los trámites y protocolos para que este hecho suceda están en manos del gobierno y del mando guerrillero que opera en Colombia, encabezado por el máximo jefe de las Farc, Timochenko. Se negó a pronosticar una fecha para la reanudación de las conversaciones, pero confirmó la rápida reacción del CICR y los países garantes, Cuba y Noruega, para buscar una pronta solución.
También lamentó la suspensión de las conversaciones citando un refrán popular: “El tiempo perdido, los santos lo lloran…pero los santos de verdad”, ironizó.
Márquez comentó el hecho de que ex presidente Álvaro Uribe hubiera dado por twiter la noticia de la captura del general Alzate: “Él sigue siendo el jefe de Andrómeda y está dedicado a obstruir todos los esfuerzos por lograr un acuerdo de paz”, aseguró.
A propósito de obstrucciones, opinó que el principal obstáculo que ha tenido el proceso en dos años ha sido la “persistencia del gobierno en no pactar un cese al fuego bilateral”. Agregó que otra gran deficiencia es que se ha impedido la participación del conjunto de la sociedad colombiana en la Mesa.
Sin embargo, reconoció que se ha ganado en confianza, uno de los factores que los expertos consideran más importantes cuando se emprenden procesos de paz. “Hoy nos entendemos mucho más que hace dos años”, dijo un Márquez tranquilo, ataviado con guayabera beige y flanqueado por cuatro miembros del Secretariado y otros jefes rebeldes.
Al comenzar su intervención se mostró decididamente optimista: “La paz triunfará en Colombia”, dijo, agregando que para la guerrilla “el más destellante logro de 2 años de proceso de paz en La Habana es la progresiva expansión del sentimiento de reconciliación en el corazón de los colombianos”.
Márquez criticó al gobierno por no poner en marcha, desde ahora, la mayoría de acuerdos parciales alcanzados en la Mesa que versan sobre el agro, las garantías políticas y el fenómeno del narcotráfico. Según el jefe insurgente “la gran mayoría de acuerdos no son otra cosa que reivindicaciones cuyas soluciones se pueden materializar cumpliendo las normas legales y constitucionales. Un Estado con verdadera voluntad de paz no tendría que hacer mucho esfuerzo para volver realidad estas aspiraciones”.
En su pronunciamiento de aniversario, las Farc también se refirieron al punto que se está discutiendo, el de las víctimas del conflicto, asegurando que “se está marchando con paso firme y seguro en la construcción de mecanismos que esclarezcan los orígenes, las causas y las responsabilidades en el surgimiento y la permanencia de una guerra impuesta por el bloque de poder dominante”. Destacaron las realización de cuatro de las cinco audiencias programadas con las víctimas “para escuchar sus dolores del alma y sus esperanzas de paz”.
Descartaron tajantemente que se vayan a acoger a mecanismos jurídicos ya aprobados sin su discusión en la Mesa: “No hay para proceso de paz ningún marco jurídico diferente al Acuerdo general de La Habana, ni hay ley de justicia transicional diferente a los compromisos que de este se deriven”.
Al final, llegaron los reconocimientos y agradecimientos: “A Cuba, garante del proceso y país anfitrión, asu gobierno revolucionario y a su pueblo, en nombre de los colombianos, nuestro amor y eterna gratitud por tanto desvelo por la paz de Colombia. Al gobierno y al pueblo de Noruega, gracias por contribuir a la reconciliación de un país latinoamericano que merece vivir en paz. Gracias presidente Nicolás maduro de Venezuela, gracias presidenta Michelle Bachelet de Chile, por su acompañamiento y generosidad”.
Terminada la rueda de prensa, a eso del medio día, la delegación guerrillera atravesó el corredor que conduce al lugar habitual donde se sientan a dialogar con el gobierno y se mantuvo allí un rato, revisando por internet y por televisión las últimas noticias de la guerra. Los periodistas quedamos afuera del Palco, recogiendo equipos y pendientes de las noticias de la reanudación de la paz.