Son más de dos docenas de coronas las que ha ganado Wendy Vanessa en sus 18 años de existencia. Con solo siete años, desfiló con una ostentosa carroza en la que se presentaba como la Niña Colombia en el Carnaval de Barranquilla del 2003 y con esto inició su cadena de coronas entre las que están la de Niña Cartagena –coronada en el Gran Salón Bolívar del hotel Hilton, Niña Bolívar, Niña Universo, Niña del Festivalito de Magangué, Reina de las festividades del 20 de Enero en Sucre, reina de las Palenqueras, Emperatriz nacional de la cumbia, Reina de los periodistas, Reina de la paz, Reina de la tercera edad, Reina de los policías, Reina de los carnavales de Baranoa y Soledad, Reina de los grupos folclóricos, Reina cívica internacional del Atlántico y unos cuantos más.
Aunque no es hija suya sino su sobrina, hija de su hermano José Domingo López, a quien la guerrilla asesino, La Gata la adoptó y le dio su apellido. Wendy es la debilidad de esta poderosa mujer que al final del año consiguió lo que más quería: estar detenida en una pomposa clínica de Barranquilla, donde tiene su red de amistades e influencia.
En Magangué donde nació, Wendy es una especie de rockstar. Vive rodeada de guardaespaldas agresivamente armados, motorizada siempre en automóviles de alta gama, cuando no en flotas de cuatrimotos con sus amigas y son tantos sus privilegios que la comparan con la virgen de la Candelaria –la patrona religiosa de Magangué-, que es morena como ella. Para volverla aún más popular, La Gata le montó un programa en la televisión local donde un día llegó hasta mostrar su pomposo y costoso ajuar de vestidos y zapatos.
Inauguró su cosecha de reinados en el Centro de Educación Integral de Magangué, el colegio donde estudió, con un evento al que asistieron más de 3000 personas provenientes de todos los barrios de la ciudad. El alcalde Arcesio Pérez, ficha de su madre, la nombró reina de las fiestas novembrinas. En su momento el senador Juan Manuel Galán denunció la relación de Pérez con La Gata desde los tiempos en que este era concejal de Magangué. Así mismo, en las elecciones del 2011, Pérez también fue denunciado por su rival Marcelo Torres, quien impugnó su triunfo como alcalde. Del brazo de Pérez, Wendy Vanessa promovió un reinado popular en los barrios y para estimular la participación le regalaba a las candidatas dos millones de pesos, becas de estudios y viajes.
Su condición de Niña Colombia y Niña Universo le permitió codearse desde entonces con la exreina de Colombia, Vanessa Mendoza, a quien pretendía imitar. Su madre, Enilse López donó el parque central de Magangué para bautizarlo con el nombre de Wendy Vanessa e inaugurar con ello la fundación que lleva el mismo nombre, a través de la cual hace donaciones a hospitales, parques, regala electrodomésticos y dinero en efectivo.
Wendy es ahijada de Salvatore Mancuso y para la celebración de sus quince años, el 11 de Enero del 2011 reunieron a más de 2.500 invitados en el Club Campestre de Magangué. Una fiesta resguardada por la Policía y animada por músicos de la talla de Jorge Oñate, Pipe Peláez quien se encargó de cantar el Happy Birthday, el Checo Acosta y grupos como Blindaje 10 y otros de regaetton y vallenatos que no dieron tiempos para pausas durante las más de 12 horas que duró el baile. Cinco mil mariposas fueron liberadas a media noche en un ambiente de bosque encantado, mientras los invitados pasaban por el micrófono con adulaciones y reconocimientos para la madre y la hija. Cada uno se llevó de recuerdo una pecera con su respectivo pez.
Sin embargo la gran ausente y quien se había encargado de su ostentosa organización fue la propia Gata. La polémica empresaria había sido detenida pero se dio el lujo de dirigir el evento vía satelital a través de un canal de televisión de Barranquilla. Sobresalió por su extravagancia el tío de Wendy Vanessa, a quien se le conoce como El Quimo, quien se presentó cubierto de alhajas de su joyería, un lugar donde se hace culto exhibiendo imágenes suyas en todos tipo de poses.
Los centenares de flores fueron donados a la Iglesia San Pio gracias a la cercanía de la familia de La Gata con el padre Humberto, quien fue trasladado del municipio en medio de polémicas y cuestionamientos por corrupción. Desde la detención de su mamá y su condena de 40 años, la vida ha dejado de ser sencilla y cómoda para Wendy. Después de reinar, ahora debe someterse al escarnio público y a las ofensas que ha empezado a evitar quedándose encerrada en su casa de Barranquilla. Jesús María Villalobos fue socio de La Gata y la denunció de utilizar a su hija como herramienta política para impulsar a sus hijos que han sido alcalde y representante a la cámara por el partido PIN. Actualmente por la situación de su madre entre enfermedades, denuncias y privación de la libertad la reina de Magangué se encuentra gravemente afectada, ha perdido peso y personas cercanas relatan que ha empezado a tomar antidepresivos y calmantes.