El municipio de Bello, Antioquia, es una zona de guerra total. La disputa por el control de las rentas ilícitas ha dejado hasta el momento 62 muertos en lo que va del año 2019. En redes ciudadanas en WhatsApp circulan panfletos donde advierten toques de queda que los grupos ilegales imponen en estas zonas.
Algunas bandas que operan en el municipio son: “Los Pachelly”, “El Mesa” y “Niquia Camacol”. “Los Pachelly” están enfrentados contra “El Mesa” ya que, según el Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, “Los Pachelly” le robaron a “El Mesa” un dinero proveniente del narcotráfico. A su vez, todas estas bandas enfrentan una guerra entre ellos, a causa de la división de sus miembros.
La banda de Los Pachelly es un grupo al margen de la ley que delinque en el sector Pachelly, en Bello. Es una de las organizaciones más antiguas del municipio. Hace más de una década que hacen de las suyas en los sectores de Pachelly, Villa Linda, Girasoles, El mirador. Este grupo mafioso es manejado por la familia de apellidos Henao Acevedo. Su cabecilla es Antonio Henao Acevedo, alias “Alber”, quien se encuentra en la cárcel El pedregal condenado a seis años de prisión por el delito de concierto para delinquir. Según la investigación del portal Análisis Urbano, alias “Alber” sigue delinquiendo desde la cárcel. Este grupo, en estos momentos, trabaja para el grupo paramilitar llamado Los Urabeños. Cabe agregar que varios altos mandos de este grupo son desmovilizados de bloques paramilitares, como lo son el desaparecido Jader Botero, alias “Gancho”, desmovilizado del bloque centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y el tercero al mando, alias “Nicolás”, desmovilizado proveniente del Magdalena Medio.
El financiamiento de “Los Pachelly” se basa en extorsiones, microtráfico y narcotráfico, venta de armas. También se apropian de inmuebles y bienes, desplazando forzosamente a personas que en su mayoría viven en zonas rurales del municipio de Bello. Estos inmuebles son usados como fachada para poder delinquir sin generar sospechas.
A comienzos del presente año, “Los Pachelly” comenzaron a tener problemas desde el interior, cuando algunos de los miembros se mostraron inconformes con la repartición de las ganancias de los negocios criminales. La división de “Los Pachelly” se hizo evidente cuando fue capturado alias “El Titi” (cabecilla de una disidencia de Los Pachelly) en un operativo del CTI y la Policía. Según los informes de inteligencia, esta captura se dio gracias a información suministrada por antiguos aliados, los de la línea tradicional al mando de alias “Alber”. Este claro quebrantamiento ha traído consigo centenas de asesinatos, muchos de ellos a plena luz del día y al frente de colegios, como el asesinato de Juan Esteban Berrio González quien se movilizaba por el colegio de Niquia, en Bello; iba junto a un menor de edad de 15 años el cual fue secuestrado por los victimarios.
La banda “El mesa” es una organización criminal que pasó desapercibida por las autoridades, quienes durante mucho tiempo los catalogaron como un “combo de barrio”, sin grandes poderes como lo tiene “La Oficina” o “Los Pachelly” ¡Gran equivocación! Este grupo lleva más de dos décadas delinquiendo en los barrios El Mesa, Andalucía y Prado, pero también operan en Medellín, La Ceja, Tunja, Soacha y en Bogotá. El líder de esta banda es alias “El Montañero”, quien estuvo en la cárcel por el delito de homicidio agravado, tentativa de homicidio y tentativa de hurto calificado y agravado, luego de ser capturado en el año 2003 en Bogotá, tras haber intentado robar un carro de valores que contenía alrededor de 1.000 millones de pesos, lo que provocó una balacera con agentes de la policía. Este hecho dejó una persona muerta. “El Montañero” pagó nueve años de cárcel. Salió en el año 2013.
“El Montañero” es un delincuente respetado en todo el municipio de Bello. Él tiene contactos con muchas bandas criminales que operan en todo el departamento de Antioquia, como los son “Los Triana”, “Los Chatas”, “La Oficina”, entre otros. Luego de la captura del líder de la banda “La oficina”, alias Tom (máximo jefe criminal de todo Bello), se corría el rumor de que el nuevo al mando seria “El Montañero”.
Sus finanzas son las extorsiones a locales comerciales, los cuales deben pagar un monto entre 50.000 a 70.000 pesos semanales; la venta de droga en los barrios en Bello, Medellín, Tunja Soacha y Bogotá; sicariato; hurto; entre otros.
Desde el 2015, hubo ciertos problemas entre algunos miembros de “Los Pachelly”, El Mesa” y “Los Chatas”, lo que obligó a los cabecillas de dichas organizaciones a reunirse para mitigar esos problemas, pero aún hay diferencias entre integrantes de estos grupos.
A igual que sucedió con “Los Pachelly”, pero no de igual magnitud, en “El Mesa” hubo un quebrantamiento desde el interior, lo que llevó al enfrentamiento de los líderes tradicionales contra las disidencias de este grupo ilegal. Estas disidencias que están al mando de alias “Malana” y alias “El Chivo”, las cuales estarían apoyadas por disidentes de “Los Pachelly”.
“Niquia Camacol”, liderada por alias “Oso” y por alias “Juan 23” junto a la banda “El tapón”, liderada por alias “El caníbal”, son combos satélites de la banda “El Mesa”. Según el portal Análisis Urbano, lo que busca “El Mesa” es apoderarse de las zonas donde operan “Los Pachelly”, y así tener el control de todo Bello.
Uno de los líderes que tuvo “Niquia Camacol” fue Carlos Andrés Bedoya Monsalve, alias “Candes”, quien es un desmovilizado paramilitar, exintegrante del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Al igual, alias “El caníbal”, es un desmovilizado de las AUC. “El caníbal” fue capturado por el Ejército en el año 2018. Su labor era administrar la producción de estupefacientes, además de ser el intermediario con el frente 36 de las Farc.
El 9 de mayo, en las paredes del colegio parroquial Nuestra Señora de Chiquinquirá, ubicado en el barrio Niquia, en Bello, se encontraron grafitis con aerosol de color negro alusivos a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo (organización Narcoparamilitar considerada la más estructurada y la más peligrosa del país). Según algunos expertos en conflicto armado, el Clan del Golfo estaría entrando en Bello para apoyar a una de las bandas criminales de Bello, la cual sería “El Mesa”. El Clan del Golfo querría ingresar desde hace tiempo al municipio. Están aprovechando las divisiones de las bandas en Bello, a la vez que buscan aliados para hacerse con todo el control del municipio. También, en Bello están operando disidencias de las Farc, quienes estarían apoyando a una banda en Bello.
Los asesinatos y la inseguridad han aumentado casi un cien por ciento con respecto a las cifras del año pasado en Bello. Las autoridades no hacen prácticamente nada para poner fin a este enfrentamiento, a pesar de que en Niquia se encuentra el Batallón de ingenieros militares número 4 Pedro Nel Ospina; una estación de Policía y decenas de Centros de Atención Inmediata (CAI). El municipio de Bello está “militarizado”, pero la comunidad ha manifestado que “de vez en cuando se encuentran con un par de soldados jóvenes que solo requisan varias veces y que hacen guardia en zonas donde no sé por qué están ahí”. En sectores como Niquia parte alta, denuncian algunos ciudadanos, ni la Policía ni el Ejército van a ese lugar y allí es donde ocurren los desplazamientos, los asesinatos, allí funcionan los expendios de droga, la venta de armas; allí es el refugio de los criminales.
Toda esa violencia ha hecho que muchos propietarios de apartamentos, casas o locales, vendan, a precios muy por debajo del costo real, sus propiedades; otros, decidieron arrendar los apartamentos a muy bajo precio.
Algunas medidas que ha tomado la alcaldía de Bello, la cual dice que la situación de orden público en Bello es “normal”, son: implementar un toque de queda para los jóvenes menores de 18, los cuales no pueden salir solos a partir de las 10:00pm hasta las 5:00 a.m.; prohibir el copiloto (parrillero) en las motocicletas. Las multas para los que infrinjan esta restricción van desde los 414.000 pesos.
El municipio de Bello está a merced de cualquier banda criminal que tenga poder y quiera poseer el monopolio. Los bellanitas están obligados a pagar cuanta extorsión les llegue. Hay casos registrados y denunciados por víctimas de vacunas (extorsiones), en los que los comerciantes son obligados a pagar un monto semanal a una banda criminal para que no atenten en contra de sus vidas o en la vida de sus familias; luego, llega otra banda y les dice que si sigue pagando esas extorsiones, pueden sufrir atentados en contra de sus locales. La gran mayoría de los comerciantes, de los distribuidores de alimentos, de los constructores de edificios, entre otros, están obligados a pagar vacunas. Esa es una de las principales fuentes de dinero de las organizaciones al margen de la ley.
La violencia en Bello llega muchos años. Las autoridades no han podido desarticular estos grupos ilegales que llevan décadas operando libremente en aquellos barrios olvidados donde la Policía medio se asoma de vez en cuando. Ahora, estas bandas se han fortalecido, tienen alianzas con organizaciones narcotraficantes y terroristas lo que dificulta aún más la paz tan añorada que esperan los bellenitas. Bello está olvidado.