Tuvo que ser una derrota dolorosa, con lágrimas incluidas, para la tenista colombiana María Camila Osorio en el torneo WTA 250 de Monterrey, México.
Muchos tenistas, sobre todo en la derrota de una final, intentan explicar el resumen de un partido “apretado” a los medios de comunicación diciendo que el juego se definió por pequeños “detalles”; pero los protagonistas no tienen las palabras o no pueden explicar cuáles fueron esos “detalles”.
Ya hablaba así el tenista austriaco Dominic Thiem cuando perdía la final del Open de Australia contra Novak Djokovic en el 2020, y así hablaba el tenista griego Tsitsipas cuando perdía la final en el Abierto de Francia también contra Djokovic en el 2021.
Con esos “detalles inexplicables” se fabrica todo un halo de misterio que para mi opinión no se llega a ninguna conclusión. Los ejemplos anteriores para decir que la final que perdió María Camila en Monterey solamente tiene una explicación: el partido se le fue a María Camila por no concretar uno de los cinco puntos para ganar el título en Monterrey.
No hay más historias. ¿Cómo se mejora ese aspecto del juego tan concreto? Ese sí podría ser uno de los misterios del tenis… ¿alguien en el universo de este deporte tiene la fórmula para concretar los puntos para ganar un torneo?
Mejorar en la derrota, y seguir planificando la temporada para pretensiones más altas debe ser la conclusión del torneo en Monterrey, pero siempre con el objetivo claro de mejorar en cada aspecto del juego. No se puede aspirar a mayores desafíos sin buscar una mejora continua cada semana.
Y hablando de una mejora sustancial de María Camila es sin lugar a dudas el servicio. Su porcentaje de primer servicio no bajó de 70 % en ninguno de los partidos que jugó y esto es un aspecto clave si una tenista quiere estar arriba y mantenerse durante varios años. María Camila parece otra jugadora en esta parte clave del juego de tenis, y esto es una clara señal que el trabajo está dando sus frutos.
La mejor tenista perdió la final en Monterrey. Solo faltó concretar uno de esos cinco puntos, pero la realidad también nos dice que María Camila jugó una final extraordinaria. Los mejores puntos para la galería de final de año los ganó la colombiana. Con una técnica soberbia de slice, que levanta aplausos.
Hubo lágrimas de María Camila en esa derrota quizás no tanto por levantar el título, como en dar un triunfo a sus seguidores que ya aumentan en el país, pero sobre todo afuera de las fronteras colombianas.
Ya viene Indian Wells, ya viene Miami, luego la temporada sobre polvo de ladrillo y después la pista de hierba. Si algo tiene el tenis es que da revancha deportiva cada semana.
Hoy la colombiana ya está en el top 40 del mundo. Tiene muchos méritos. Cada día que la veo jugar me convenzo más que el metro para medir a Camila no será su amiga Fabiola Zuluaga, Camila debe estar y está para mucho más.