Tenían 15 y 18 años y vivían en una torre de apartamentos en Patio Bonito, Kennedy, al sur de Bogotá. En un pequeño espacio vivían con su familia y compartían desde hace cuatro meses los rigores de la cuarentena. Pero los muchachos el pasado 30 de julio tomaron una decisión: subieron hasta el piso 14 del complejo habitacional y se lanzaron al vacío. Murieron en el acto.
Aunque las investigaciones de las autoridades adelantan curso, todo apunta a que se trató de un pacto mortal que ambos hicieron y que los obligaba a morir de esa forma. Hace unos años juegos como La Ballena Azul, hizo cobrar la vida de adolescentes en varias ciudades del mundo de la que no se escapó Bogotá.
Sus familiares exigen explicación con urgencia.