Carlos Guillermo Páramo Bonilla es el Director del Departamento de Antropología de la Universidad Nacional de Colombia, y ha sido de los docentes que ha estado más atento a todas las problemáticas que se han presentado sobre el acoso en la universidad. Sobre las 10:40 p.m. se presentó un intento de incendio en la casa de él, y rompieron sus ventanas, y con ello diseminaron decenas de papeletas de las que habló el profesor en el comunicado. Él afirma que al parecer esta situación se presenta porque ha sido fiel creyente de que todo caso de acoso debe seguir un protocolo y no ceñirse a esos pasos es irresponsable. La preocupación más grande de él es que los colectivos que él ha apoyado –y que formó a inicio de los 90– sean los responsables y estén tomando la fuerza por sus manos, pues admite que por esa situación no puede seguir siendo el director de departamento, y que queda una gran duda de si permanecer como educador pues sabe que si sus estudiantes fueron quienes atentaron contra él y su familia, no tiene nada que hacer allí.
Aquí el comunicado:
Señor
VICERRECTOR DE LA SEDE BOGOTÁ
Señora
DECANA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
Señora
VICEDECANA DE BIENESTAR
Señoras y señores
COLEGAS DOCENTES Y VOCERAS ESTUDIANTILES DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA
Buenas noches:
Por medio de la presente, me permito informarles que hace una hora larga (sobre las 10:40 de la noche) con mi familia hemos sido víctimas de un atentado a nuestra residencia, ubicada a pocos pasos de la entrada de la 26 de nuestra Universidad.
Un grupo indeterminado de personas intentó incendiar el frente de mi casa, impregnando de gasolina la reja y prendiéndole fuego, al tiempo que romper las ventanas ubicadas en esa misma dirección. Con la acción, diseminaron decenas de papeletas como la que aquí adjunto escaneada.
Aduzco que el arcano significado de la papeleta alude a la que ha sido mi postura inquebrantable con respecto a los rumores sobre situaciones de acoso sexual en nuestra carrera. Al respecto, he sido vehemente en estimular todas las estrategias que sean del caso para prevenir y adelantar los procesos atenientes a cualquier tipo de violencia de género, pero insistiendo en que en toda situación debe haber denuncias formales con arreglo al protocolo establecido por la Universidad y respetando el debido proceso.
Supongo, además, que la alusión a “Comuna Universitaria” muy probablemente tiene que ver con el hecho de que se trata de un movimiento estudiantil del cual fui fundador con otras compañeras y otros compañeros en los tempranos años 90 del siglo pasado.
Esta situación implica una directa y violenta amenaza contra mí y mi familia, y aparte de tomar las acciones legales que sean del caso, considero que no puedo seguir al frente del Departamento en esas condiciones. También me deja serias dudas sobre mi permanencia como docente en la Universidad: me niego a creer que quienes hicieron esto puedan haber sido estudiantes mías y míos, pero al tiempo se hace claro que los ánimos en torno a las situaciones de acoso ya pasaron de la crispación a la agresión y que hay grupos o individuos que no están dispuestos a reconocer otra postura diferente a la suya, sobre el entendido de que se creen con derecho a tomar la justicia por mano propia y a partir del principio de que toda persona señalada es automática e inapelablemente culpable.
Solicito, pues, se me descargue cuanto antes de la función de director de la UAB de antropología. También que se proceda a solicitar ante las instancias que sean del caso, que se me investigue a fondo y se conceptúe con todos los elementos de juicio sobre si en el ejercicio de esta función o en mi rol habitual de docente he propiciado alguna forma de encubrimiento a delito alguno, comenzando por los de violencia de género; si he favorecido de alguna manera a alguna persona investigada formalmente por esto; si he procurado inducir al silencio a víctima alguna o si existe cualquier sospecha contra mí de adelantar alguna forma de acoso contra alguna o algún miembro de nuestra comunidad universitaria. Mi integridad como persona y como docente depende de esto.
Agradezco su pronta respuesta y me suscribo,
Atentamente,
Carlos Guillermo Páramo Bonilla
Profesor asociado
Director del Departamento de Antropología
Coordinador del Laboratorio de Etnografía "Blanca Ochoa de Molina"
Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá
Todo esto sucedió en plena semana contra el acoso callejero, donde varios colectivos feministas –en este caso No Me Calle– se han tomado las calles de la ciudad para irrumpir espacios y apropiarlos para ellas, para que el acoso en la calle no sea algo que se tome a la ligera ni que se siga quedando en algunas voces. Además, han hecho actividades específicas, tales como conversatorios, donde las mujeres pueden conversar sobre posibles estrategias y soluciones ante estos casos que se presentan a diario y que muchas mujeres manejan en silencio. Mientras una lucha se hace, voces buscan ser silenciadas, es por eso que la actividad "Nos juramos nocturnas" le daba la oportunidad a dos artistas y una ciclista de comentar cómo han ido apropiándose de la noche y cómo el cuidado entre varias ha permitido que la noche no sea un enemigo, sino un espacio más para disfrutar y vivir el Ocio.