Las pandemias han sido tema de la literatura, tal vez entre las más conocidas se encuentra la obra del existencialista Albert Camus, “La Peste”, que se desarrolla en la población de Oran en Argelia, su país de origen, y el “Ensayo sobre la ceguera”, del portugués José Saramago, que describe una epidemia de ceguera; ambas obras develan lo mejor y lo peor del ser humano, en esta situación extrema en que la salud de la población se ve amenazada y la respuesta de los organismos de salud no generan confianza a los afectados.
La creciente ola de población contagiada con el Coronavirus ha despertado todo tipo de actitudes, al que las redes sociales contribuyen al difundir información falsa y verdadera que tan solo produce mayor confusión y zozobra.
En una época en que la mayor parte de los servicios de salud del planeta se convirtieron en negocios privados, cuyo fin último es la rentabilidad de la inversión, nos preguntamos ¿cuál será su respuesta a esta epidemia, que para atenderse adecuadamente requiere cuantiosos recursos que pondrían rojos sus balances?, ¿será que efectivamente dedicarán el capital que se necesite para frenar el avance vertiginoso de su contagio? O, por el contrario, terminarán haciéndose los de la vista gorda, esperando que la crisis se resuelva por sí sola, seguramente a costa de la vida de muchas personas o como ha ocurrido con las crisis financieras, los gobiernos con fondos públicos salvaran a las intermediarias de la salud, como salvaron a la banca en el pasado.
Una vez más, queda en evidencia la falacia de las ventajas de entregar un servicio esencial como el de la salud a los particulares, al final los recursos de todos se emplean en garantizar la salud del negocio y no la de los ciudadanos.
Las farmacéuticas sin duda serán unas ganadoras con la crisis provocada por el COVID- 19, los medicamentos y tratamientos que elaboren para su contención redituara enormes utilidades.
Finalmente, no deja de ser sospechoso que en 2011 la película “Contagio” dirigida por el director Steven Soderbergh, presente una trama muy parecida al libreto del virus actual, ubica su origen en el Asia, involucra a murciélagos y la culinaria de esa región del planeta y presenta una sintomatología similar; el afán del lucro parece doblegar todo precepto moral y desprecia la vida humana; la salud de la población mundial y del planeta dependen definitivamente de un cambio en la dirección de la sociedad y de los criterios que los gobiernan.
le puede interesar: