En el municipio de Zipaquirá se disparó una alarma en razón del informe presentado en la sesión del 4 de abril en el Concejo Municipal sobre el estado de abandono y deterioro en que se encuentra el Teatro Roberto Mac-Douall. Una alerta que se detonó a raíz de la exposición que en el recinto llevó a cabo el subgerente de cultura de la administración municipal. Allí se comentó de manera general que en lo corrido del año 2019 aún no se ha decretado el incumplimiento del contrato de estudio para la restauración del teatro que fue pactado por la administración anterior. En esa exposición se le comenta a la comunidad que de hecho a estas alturas no hay un visto bueno por parte del Ministerio de Cultura sobre el proyecto presentado por los contratistas. Para el caso en concreto no se puede hacer mayor cosa sin la aprobación ministerial.
En paralelo a la exposición del actual subgerente de cultura se hizo la presentación del caso por parte de un ingeniero comprometido con la causa de la restauración del teatro. Allí se expuso un estudio realizado hace seis años sobre el estado de la infraestructura dando a conocer que para ese entonces ya había signos de alarma y riesgo por falta de inversión y refuerzo estructural. Para el día de hoy y con el paso del tiempo, el deterioro en razón del abandono va en aumento, sin que haya una voluntad política real por restaurar un teatro que en su momento fue declarado patrimonio nacional.
En verdad es alarmante que pasados 6 años aún no se hayan tomado las medidas pertinentes para declarar de manera contundente el incumplimiento del contrato de estudio para la restauración de ese centro histórico del municipio. Pero más preocupante es que la administración actual en cabeza de su alcalde, el 25 de Abril de 2019 en una entrevista en el Concejo municipal argumente que sigue dialogando con la firma de contratistas con el propósito de sacar adelante el proyecto. Esto último acompañado de la presunta búsqueda de asesoría directa por parte de peritos del Ministerio de Cultura para realizar ajustes en el diseño del proyecto.
Ante esa falta de voluntad política y toma de decisiones los perjudicados son por un lado los ciudadanos que cuentan con pocos centros culturales para disfrutar del arte en el municipio de Zipaquirá; y por el otro la estructura en sí, el teatro, que continúa siendo presa del paso del tiempo y el deterioro de su estructura que puede desembocar en un colapso.
Al día de hoy vale mencionar que el Roberto Mac-Douall pasó de ser un teatro con una impresionante acústica, un recinto del arte y la sana convivencia para convertirse en un lugar que en su exterior alberga habitantes de calle, y en su interior soledad y olvido.