Álvarez Santoyo nació en Bucaramanga y apenas se graduó de la Universidad Santo Tomás como abogado ingresó a la Fiscalía en 1995. Tres años después entró a formar parte del área de Derechos Humanos. Su debut fue estelar, investigando el proceso de exterminio contra la Unión Patriótica. Su experiencia en temas de Derechos Humanos, investigación contra el secuestro y la extorsión, además de la búsqueda de personas desaparecidas, hicieron que hoy estuviera en uno de los puestos más importantes de la JEP. Su oficina tiene la responsabilidad de abrir todas las investigaciones para luego poder acusar contra el Tribunal para la Paz. Entre sus poderes tiene: registros de casas, allanamientos, incautaciones e intercepciones de comunicaciones.
El superfiscal de la JEP: Giovanni Álvarez, fue quien persiguió la estructura de Salvatore Mancuso
Bumangués, trabajó 22 años en la Fiscalía de donde renunció para postularse y dirigir la Unidad de Investigación y Acusación de la nueva JEP