Pasado el revolcón de las superintendencias, las entidades de vigilancia claves, el único sobreviviente es el superintendente financiero Jorge Castaño. Lo nombró el presidente Juan Manuel Santos, cuando en mayo de 2017, Gerardo Hernández debió hacerse a un lado luego de la destitución e inhabilitación por el caso de Interbolsa. Ivan Duque lo ratificó, igual que acaba de hacer Gustavo Petro.
A Jorge Castaño le ha tocado vigilar la compleja puja entre el grupo Gilinsky y el GEA por el control de las empresas banderas del grupo antioqueño. Fue el quien autorizó la realización de las ofertas públicas de adquisición sobre las empresas del GEA, tres por el Grupo Sura, tres por Nutresa y una por el Grupo Argos, a través de las cuales se hizo al 34,58 % del Grupo Sura y 30,8 % del Grupo Nutresa (la tercera OPA por Nutresa y la única por el Grupo Argos fueron declaradas desiertas al no conseguirse los topes).
Castaño es abogado de la Universidad Externado de Colombia y tiene Especialización en Derecho Financiero y Bursátil de la misma universidad y un máster en Desarrollo Económico de la Universidad Carlos III de Madrid.
Cuenta con más de 17 años de trayectoria en la superintendencia, Castaño fue director del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras (Fogafin). El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, indicó que esta ratificación es una señal de confianza para el país.