Cada disparo de granada llega a 40 kilómetros, y cuando cae todo lo que esté a 75 metros a la redonda muere instantáneamente. A 200 metros todo queda herido. El expresidente Uribe importó 13 de estos cañones en 2006, cuando se usaron en los lugares más duros de la guerra. Cada uno costó $3.900 millones y un solo disparo quema otros $200 millones. Aunque llevaban 2 años guardados, varios de estos llegaron hasta el Catatumbo por orden del presidente Iván Duque, y junto a más de 5.000 soldados, se vieron desfilar por las calles de Ocaña, en donde esperan darle un duro golpe a los narcos.
Este es el video en el que se ven los cañones en Ocaña, Norte de Santander: