El superintendente de Industria y Comercio, Pablo Enrique Robledo, decidió meterse en el problema de las basuras en Bogotá. Con un trino aseguró que la decisión de Gustavo Petro de entregarle la recolección a la empresa Aguas Bogotá era una ilegalidad que terminó en el caos que atraviesa la ciudad, mientras que las protestas en contra de Enrique Peñalosa eran un sabotaje contra su administración. Robledo, cercano a Cambio Radical y a Germán Vargas Lleras, quienes le dieron el aval a Peñalosa para que llegara al Palacio de Liévano, se había declarado impedido para abordar el tema por sus relaciones; sin embargo, rompió con la imparcialidad que le exige su cargo aun cuando al exalcalde ha salido bien librado de las denuncias y proceso que enfrentó por el esquema de aseo.
Robledo, como superintendente, fue quien declaró ilegal el esquema de basuras que implementó Gustavo Petro y le impuso una multa por $410 millones; pero el decreto que expidió el exalcalde nunca fue declarado ilegal.
No es lo mismo un ex alcalde que genera un caos en las basuras por implementar una ilegalidad @petrogustavo, que un alcalde que tiene unos problemas por el sabotaje de quienes se resisten a la implementación de la legalidad @EnriquePenalosa
— Pablo Felipe Robledo (@Pfrobledo) 8 de febrero de 2018