Lo llaman el Air Force One español y está adscrito a la Casa Real de España. Desde el año 2017 lo usa el Rey Felipe y su familia, como fue el caso de la reina Leticia en su visita a Colombia a conocer proyectos sociales apoyados por la cooperación española en Cartagena y Cali.
Es el octavo viaje de apoyo a la cooperación tras la proclamación de Felipe VI como rey en el 2014 y fue coordinado por Pilar Cancela, la secretaria de cooperación internacional del Ministerio de relaciones español, quien hace un mes realizó una avanzada al país para definir los proyectos que visitaría doña Letizia.
En Cartagena la esperó en la escalerilla del avión Verónica Alcocer quien la acompañó al recorrido por dos barrios populares de Cartagena y luego la acogió en la Casa de huéspedes ilustres, pero no la acompañó a Cali, una ciudad que conoció desde sus tiempos de periodista.
Uno de los dos proyectos escogido fue en el municipio de Yotoco, al lado de Yumbo, donde exguerrilleros de las Farc siembran café en una finca de 100 hectáreas que perteneció a un narco y que fue entregada por la SAE.
El estreno del avión de los reyes españoles llama la atención por su lujo. Fue estrenado hace seis años en un viaje al Japón. Es considerado un verdadero avión VIP adaptado con 62 amplísimos puestos de primera clase, con acabados de madera, una su cocina amplia, sus confortables dos habitaciones provistas de baños privados con duchas. El mismo Airbus comercial podría transportar 200 pasajeros. Sus amplios pasillos sirven para sostener reuniones con más de una docena de personas, aunque esta vez el avión fue casi para ella sola en este fugaz viaje al país.
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