Pasión de Gavilanes, telenovela del año 2003 que Caracol repite actualmente, volvió a despertar el interés de los televidentes por sus actores. Uno de ellos es Maria Margarita Giraldo, quien en la telenovela interpreta a Raquel de Uribe, una conservadora mujer que siempre está con el rostro fruñido. Por tal motivo, el personaje de Raquel, en pleno año 2020, ha inspirado un sinfín de memes que se vuelven virales cada noche cuando la telenovela está al aire. La actriz Maria Margarita Giraldo solo guarda buenos recuerdos de la producción que grabó hace 17 años y se ríe de sí misma al ver cómo su personaje la convierte en tendencia todas las noches.
Lo que pocos televidentes conocen es la dura historia de vida que tiene la actriz. Ella, que es hija de la mítica Teresa Gutiérrez, reconoce que en sus años de juventud le dio varios dolores de cabeza a su madre. La familia regresó a Colombia cuando ella tenía 16 años proveniente de Argentina, país a donde se fueron a vivir durante ocho años por cuenta del matrimonio de Teresa Gutiérrez con el fallecido Américo Belloto. Al regresar a Colombia Maria Margarita era una joven tímida y concentrada en sus estudios.
Por aquellos primeros años de vuelta en el país acompañaba a su madre a Caracol. En la emisora Teresa Gutiérrez leía noticias. Fue durante esas visitas que María Margarita vio a grandes leyendas de la televisión colombiana como Chela del Río y Gloria Gómez –con quien compartió set en Pasión de Gavilanes- grabar radionovelas. Sin embargo, fue su propia madre quien le frenó las ganas de ser actriz. Su argumento era que como sabía hablar inglés y había estudiado periodismo podía conseguirse una profesión más estable. De esta manera a los 20 años entraría a trabajar a una empresa cumpliendo horario como todo oficinista. Desde el primer día que puso un pie en el sitio supo que no era lo suyo.
En años posteriores se aburrió de la oficina. Su amor por los viajes y su excelente dominio del inglés le abrieron las puertas de Avianca, aerolínea que por aquellos años solo contrataba azafatas extranjeras. Durante los años que trabajó como azafata conoció la rumba y con ella vino la droga. Maria Margarita inicialmente empezó consumiendo marihuana y luego seguirían más tipos de alucinógenos.
El punto más crítico fue cuando durante un vuelo a Madrid llevó droga para consumo personal, arriesgándose a ser detenida. Alcanzó a sentirse descubierta por un agente de policía. La actriz imaginó los titulares diciendo: “Hija de Teresa Gutiérrez detenida en Madrid por narcotráfico”. Afortunadamente en aquellos tiempos los controles de seguridad no eran tan estrictos como hoy día. Con solo decirle al oficial que su bolso ya había sido previamente revisado fue suficiente para salir ilesa. El incidente en cuestión fue un campanazo para Maria Margarita Giraldo, pero no fue el punto más crítico. En los años posteriores siguió con su adicción.
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En una reciente entrevista para el programa La Red, de Caracol, la veterana actriz reconoció que gastó cerca de 20 años de su vida luchando contra un vicio que nunca debió haber adquirido. Aunque su madre nunca le dijo nada directamente, Maria Margarita aceptó que sabía la situación y que sufrió por ello. Sin embargo, Teresa Gutiérrez siempre fue consciente de que no podía hacer mucho pues quien debía luchar contra este mal era su propia hija. Con los años y la madurez, Maria Margarita fue capaz de ganarle la batalla a las drogas. Hoy día no tiene problema en compartir su testimonio para que su historia pueda prevenir que otros jóvenes vivan el drama que ella vivió.
Posteriormente se reconcilió con su vida y, por medio de la actuación, pudo dedicarse a la que desde muy niña era su pasión. Fue así como completaría una extensa carrera en la televisión que hoy ya tiene 40 años. El público la recuerda por sus participaciones en producciones como Vecinos, donde fue Doña Ruca, la madre de Robinson Díaz. Actualmente, Maria Margarita Giraldo tiene 70 años de edad y se siente plena al ver que los televidentes la tienen muy presente. La actriz tiene la total satisfacción de haber seguido los pasos de su madre.
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