ESTA VEZ… NADIE PUEDE EQUIVOCARSE… En un país que malgastó su capital de fe en la palabra empeñada, y en los acuerdos entre caballeros. Es un acto de FE, entre desconfiados, per se. Y es que la PAZ TOTAL, obviamente, no se negociará con amigos ni entre iguales.
Para empezar, es un escenario complejo, abstracto, y casi caótico, en el que hay que moverse y actuar con mucho tacto. Por fuerza, los negociadores en nombre del Estado, tendrán que estirar mucho, el cauchito de sus principios morales y éticos.
Ampliar su solar conceptual, para entender mejor su rol negociador. Al escenario subirán actores disímiles, asimétricos en características y motivaciones. Todos tienen un interés específico que defender: el Estado colombiano subirá a escena, en nombre del conjunto de ciudadanos bajo su cuidado; de las Normas que regulan el Contrato Social, y de la supremacía de la Constitución.
Es, por decir algo, la Prima Donna, del sainete. Los otros buscan, como Lázaro, volver de entre los muertos sociales a través de un resquicio político y jurídico, estilo lotero: último, nos queda el último. Lo paradójico del asunto, es que esta es una cena para todos y con platos iguales: “regreso a casa en su salsa” pero no todos tienen puesto de privilegio, aunque llegar allí, ya sea un privilegio, en sí mismo.
Y es que, esta vez, tenemos año Raimundo y todo el mundo a la mesa. Y aunque parezca un desatino, en la Mesa de Paz, estarán representados todos los caracteres, las clases y especímenes de la fauna humana nacional. Discusión entre desiguales, que pretenden llegar a un resultado igual: LA PAZ TOTAL. Funcionarios. Iglesia. Guerrillas díscolas y además, muchos de los actores, outsiders, que conforman el hampa común.
Todos ellos, son muy importantes, esta vez. Y aunque serán tratados con distinto rasero, y lo saben, sus interese parecen converger...QUIEREN VOLVER A CASA. Ese es el leitmotiv de todos, de la sociedad en general… QUE TODOS VUELVAN A CASA…en un país más tranquilo. Con ciertos generadores de violencia, DE REGRESO A CASA. CON LOS QUE AMAN Y LOS AMAN. Incluidas nuestras fuerzas armadas, que serán más útiles en la paz, ayudando a construir país.
La búsqueda de la PAZ es un anhelo recurrente, frustrado casi desde que nacimos como país; nunca hemos podido vivir en PAZ. Y aunque suene a sarcasmo… HOY NO PODEMOS DISCRIMINAR A LAS OVEJAS NEGRAS DE LA FAMILIA. Es tiempo de reencuentro, de conciliación, de VOLVER A CASA. Y es con todos los actores violentos, los discordantes sociales. Sin ellos en la Mesa de Paz, como antagonistas Y NEGOCIADORES de buena fe, tendremos “la misma barca atravesando el río… pero sin tocar nunca la orilla” NO HABRá PAZ COMPLETA. Sn acuerdos serios, completos, de buena fe, Y CON TODOS LOS VIOLENTOS…NO habrá PAZ.
Los outsiders son la otra cara de la moneda. Otra cosa es que aparte de estos “nuevos actores de avería “repiten año” las Disidencias del Acuerdo anterior, que llegan con “otras yerbas anexas” que, como la maleza en todo cultivo, medran a su sombra. Pero el hecho de que regresen a una mesa de diálogo, indica que, esta vez, creen en la palabra del Gobierno…y del sistema que los convoca. Y ahí estarán todos, distintos tipos de violencia con distintos actores, pero, TODOS ELLOS, CON UN SOLO PROPÓSITO… VOLVER A CASA.
Ahora, por vez primera en nuestra historia política, estará todos los violentos, en una rara mescolanza de la cual, sí las cosas se hacen bien… NACERÁ LA PAZ TOTAL, esa por la que elegimos votar. Allí, en cada Mesa de Negociación, estarán los actores del cuasi eterno espiral de violencia en que vivimos los colombianos, desde antes de llamarnos así.
Todos compartirán el manoseado y viejo libreto, con una sola línea dialógica central: señores: regresen a la vida nacional como sujetos de hecho y derecho. “vivan y dejen vivir en paz” al resto de su pueblo. Vuelvan a casa. Son líneas simples, de un guion básico…la PAZ para todos, en la medida de los posible. Porque no debemos olvidar que siempre seremos un colectivo de seres gregarios con sus habituales y eternas contradicciones y discordancias. Pero arreglar “esas pequeñeses” será harina de otro costal.
Esta vez, el elenco parece más numeroso, más nutrido y completo. Y por ello, más difícil, todavía. Algunos de ellos, sin otro fin básico que sobrevivir al karma de sus errores pasados, vienen desde distintos tipos de violencias, buscando “nacer de nuevo” como seres sociales y visibles. Buscan el perdón por sus faltas, para volver a sus familias. La mayoría son “averías sociales” frutos dañados, del árbol de un país que no conoce la paz desde su fundación como Estado.
Llegan a la Mesa, detrás de una posible “restauración locativa” que los reincorpore al cuerpo social, a regañadientes, pero, legalmente. Cuando lleguen a escena, habrá un libreto para ellos y unas reglas de juego de obligado cumplimiento: un vocablo extraño, ajeno a su forma de vida, y a su larga trayectoria de outsiders, de seres sin Dios ni Ley.
Hasta ese momento, y hasta que lleguen a un acuerdo, que a todos deje los satisfechos y cuando cada uno haga lo que debe hacer para honrarlo, los outsiders de todos los pelambres habrán jugado sin Reglas y sin Arbitro. Que entren al campo de juego…ya es un gran logro.
El presidente Petro presta la cancha y un equipo de “amigables componedores”; invita a todo aquel fuera de la ley, tomar la oportunidad de “vivir de nuevo”. A nacer de nuevo como ciudadano. Dura tarea. Son tan distintos, todos. Pero es con los que no piensan o actúan como nosotros, que buscamos acuerdos. Es con lo enemigos que se pacta la paz. Y esto es entre ideas y actores “out” y disímiles y asimétricos, y retrecheros, en extremo.
El actor principal, constreñido a compartir aplausos o abucheos, en busca de una Paz para todos, es el Estado colombiano, que tiene un libreto obligado; que obedece a una estructura legal y jurídica, a una personería política ganada en Derecho, que lo obliga a representar el interés general, sobre todo. Que tiene reglas…y límites.
Los otros, sin otro propósito que colgarse del último vagón de vida. disponible para volver a casa y a una vida normal, negociarán, porque esperan volver a tener una familia, un hogar y una patria, de nuevo. El asunto es que deben decidir, de una vez por todas, en conciencia y conveniencia…que toman o dejan de la propuesta del gobierno Petro. Deben decir, y decidir, si quieren dejar de ser la “mercancía averiada” en el supermercado de Colombia. La PAZ es costosa, pero la GUERRA es onerosa en extremo. Es claro que resulta más barato, útil y práctico, ahorrar en muertos que en plata. Y todos y cada uno de los que llegan a la Mesa de la Paz… conoce el costo. Han vivido por años queriendo acabarse mutuamente. Convocar a todos, es el camino.
Se invitan a la Mesa de la Paz, porque TODOS ELLOS, deben restar en LA COLUMNA-PROBLEMA y sumar al RUBRO-SOLUCIÓN. Hay nuevos propósitos: todos ponen, todos toman… la suerte de una Colombia en Paz, será la suerte de todos. Propósito 1 oportunidades para todos, respeto por todos, justicia social y económica para todos. Paz para todos. Que, el dinero de los pobres, no se gaste en balas, NI SE LO ROBEN LOS MÁS “AVIONES”. Qué, de paso, digamos que es otra ventaja de la paz, poder revisar muy bien a dónde se va la plata de nuestros impuestos.
Es el último tren. Y deben subir solo gentes con palabra de honor, aunque hasta ahora…no hayan vivido muy honorablemente. No se esperan “caballeros” nos basta con que sean gentes que honren su palabra. Que tengan amor propio. Que quieran volver a vivir tranquilos…sin mirar atrás a cada instante. Esa es la clave: la PALABRA. No honrarla, fallarle a lo escrito…hirió de muerte el acuerdo de La Habana. Y aquí, es donde entra el asunto de la fe.
Cuyo sinónimo más cercano, creo que es la confianza. Algo así como; Confío, creo. VOY. En lo personal, casi soy un hombre sin esperanza, sin fe. Porque los últimos años, hemos ido de un desengaño a otro. Pero nuestras opciones y oportunidades, se acaban. La PAZ TOTAL es quizá, el asunto más importante en estos 4 años del CAMBIO. Es en el MAR de la Paz, que deben navegar la restitución de tierras, la resurrección del Agro colombiano, el rescate del empleo decente, la abolición definitiva de la corrupción infame que se come la plata de los más pobres, y parar el desangre de la plata que se quema en la hoguera de las violencias que nos azotan. Necesitamos un ejército para construir en la PAZ, no para que muera en la guerra.
UN NEGOCIO, EN EL QUE TODOS DEBEMOS GANAR. COMO EN TODO BUEN NEGOCIO.
La Paz Total, no es juego de ganadores y perdedores. Tiene que ser solo Ganadores. Estos son los negocios en que todos quedan contentos. Eso queremos los colombianos. Y como lo manejarán los grumetes, y no el capitán del barco, las garantías de éxito, por falta de FE, me preocupan. Cuando se manejan temas tan delicados, se necesita CREER EN EL OBJETIVO. Buscar el objetivo. Alcanzar el objetivo. Tener el liderazgo y el carisma necesario…para tirar del carro de la PAZ.
Para lograr la paz. Deben tener la misma fe que el presidente Petro, tiene en la PAZ. Tarea muy dura, con tanto francotirador apostado en cada esquina del periodismo colombiano; en cada nicho de poder económico y político de la Derecha, obstinada en conservar sus viejos privilegios de clase. No fácil. Más difícil aún, sí la pervertida “clase” política tradicional, pegada a la teta del Estado, se olvida de que los eligieron para defender los intereses de todos los colombianos, y no los egoístas y oscuros privilegios de unos pocos poderosos.
Una pregunta suelta ¿sabrá la cúpula del Partido Liberal, que significa CLASE- o qué es, ser LIBERAL?)
La búsqueda de la PAZ TOTAL, no puede ser PURA CARRETA VENTIADA. Sí volvemos a fallar, el caos resultante, será el peor de los escenarios. Hoy tenemos un escenario de intereses contrapuestos, pero negociables. Se pacta con los enemigos con los contradictores. Debe haber algo de honor en cada una de las partes. Pero este NO ES UN NEGOCIO EXCLUSIVO ENTRE EL GOBIERNO Y LOS DISTINTOS ACTORES EN ARMAS.
Ni se puede lograr sin la participación directa de los que dicen representar al pueblo…por lo menos mientras los eligen. Ni es tema de una fe política aislada…es un interés de país, de la nación que conformamos. Nadie puede ser tan insensato, nuevamente, que ponga más palos en la rueda de la PAZ. No funcionará así. No se logrará así. Es entre TODOS. A una, como en fuenteovejuna. La PAZ, no es un elemento más de un propósito político.
Es el LOGRO POR ALCANZAR, para TODOS. Por todos. De todos. Porque la PAZ, es ECONOMÍA sana y productiva. La PAZ, es justicia social redistributiva; La PAZ, es equidad en el acceso a una EDUCACION, completa, útil, pertinente, para que encuentre uso adecuado en el Mercado laboral; PAZ, es EMPLEO, DIGNO y FORMAL, VINCULANTE con la vida, para que, quien trabaja, tenga crédito para unos tenis, a través de una carta que certifique que NO SE QUEDARÁ SIN EMPLEO EN 15 DÍAS, PORQUE NO ESTÁ VINCULADO. Sí educarse NO sirve para eso, apague y vámonos. La PAZ, es SALUD, PREVENTIVA, UNIVERSAL, ACCESIBLE A TODOS POR IGUAL; SI LAS COSAS NO SE HACEN ASÍ…NO TENDREMOS PAZ TOTAL.
ALGUNAS GLOSAS. Es una verdad de a puño, que, esa PAZ buscada… tal vez nunca será “total” en estricto sentido. “Donde está el hombre en grupo está el conflicto” porque somos contradicciones naturales por nuestra esencia de seres pensantes. Y todos pensamos de distinta manera. Somos una sociedad de seres con ideas, sentimientos y emociones distintas, que, usadas correctamente y de forma asertiva, y permitirá que, a Colombia, se asome una mejor idea de futuro. Tenemos un país maravilloso, rico en su naturaleza, (nuestra naturaleza, de todos) pero la destruimos por un maldito peso de más. Por odios malsanos. Por desidia con el mañana de nuestros hijos. ES ENTRE TODOS.
En otras palabras, los jefes y de jefecitos de los distintos partidos, deben mirar hacia el futuro. Poner al frente de su interés a Colombia. Hoy No ocurre así. Mi glorioso Partido Liberal, el de otros tiempos, hoy en manos de un sátrapa anquilosado en viejas mañas, e intereses personales, se atraviesa como una mula muerta, con propósito infame de proteger privilegios absurdos, en vez de apoyar a un Gobierno necesitado de fondos, para FINANCIAR LA PAZ. El bien escaso y costoso que nos falta.
En otras palabras, la sarta de exigencias sociales citadas en el párrafo de arriba, son razón sine qua non, para que el respeto, la equidad y la PAZ sean posibles. De no ser así, la PAZ FRACASARA. PORQUE LA PAZ, ES CON PLATA. MUCHA PLATA. Que el Partido Conservador y el uribismo, se opongan a apoyar el gobierno Petro, pase, están en lo suyo…defender privilegios ya existentes. Pero que el “partido del pueblo” esté en el Congreso torpedeando las reformas económicas que financiarán la PAZ, en un intento serio por cambiar a este país, da rabia, da tristeza…y da asco ser Liberal.
UN CUENTO
Cuentan que alguien se ahogaba en el mar. Como pudo, otro bañista lo sacó hasta la línea en que rompían las olas y pidió socorro. De entre el gentío, surgió una voz de esperanza: yo soy médico, dijo un hombre, y empezó a presionar el estómago del accidentado para sacarle el agua tragada, y a darle respiración boca a boca. Un sujeto, de entre los curiosos, dijo de pronto: así no es. Algunos lo miraron extrañados, pero igual el médico siguió en lo suyo, con el accidentado.
Así no es, volvió a decir el otro sujeto al rato, viendo el esfuerzo vano del galeno. El médico lo miró disgustado, pero siguió dando respiración boca a boca y presionando el vientre de la víctima, en vano, pues el tipo no reaccionaba. Así no es, tornó a decir el curioso de marras por tercera vez. El acucioso socorrista, ya no soportó más el sonsonete del tipo, y alzando la cabeza, lo enfrentó: oiga hombre, deje su cantaletica de así no es, que yo sé muy bien lo que hago, pues para eso soy MÉDICO ¿me oye? M-é-d-i-c-o, deletreó.
Bueno doctor, contestó el curioso, usted es médico y sabe mucho de primeros auxilios, pero yo soy ingeniero hidráulico, y le repito que así no es, pues mientras que usted no le saque el culo del agua al paciente, va a estar bombeando agua del mar todo el día; le repito, así no es doctor, por pura ley física, usted saca agua...y el mar mete más. Así no funciona. Sí ya sé, esto tiene algo de estúpido, pero recuerden: es solo un cuento.
Pero así, no es. Porque hay cosas que no funcionan, por más que se tengan buenas intenciones y ganas. Además, dicen que, de eso, está empedrado el infierno; no bastan buenas intenciones. Prometer y/o hacer acuerdos entre gente sin palabra de oro, siempre llevará, a procesos fallidos, Será como echar agua en cedazo...o tratar de revivir al paciente, con el nalgo entre el mar. Así, no es. El gobierno Duque torpedeó, como pudo, casi sin disimular su estúpida y perversa intención, el anterior proceso.
Resultado, miles de muertos y un renacer macabro de todas las formas de violencia posibles. ESTA VEZ LA PAZ DEBE SER TOTAL. NO PUEDEN EQUIVOCARSE. debe ser propósito y meta. Cualquier arandela extra, cualquier interés raro, lastima el fin buscado. Nada de resultados oportunistas y de ocasión; si prometen cosas, que sean las que se puedan cumplir. Que se piensan cumplir…así debe hacerse.
Es el propósito, tanto como el resultado, lo que importa. No podemos negocian de mala fe. No podemos equivocarnos, de nuevo. Eso mataría la fe en el proceso y erosionaría la confianza, ingredientes inexcusables, entre las partes de cualquier acuerdo. Sí esta vez, las partes se creen, sí aceptan su palabra como prenda de garantía, puede haber acuerdos, habrá resultados prácticos en la dirección buscada. Sí no es así, fracasaremos a priori. Un pacto necesita gente seria, respetuosa del “otro” y de su propio orgullo.
YO ESPERO QUE TODOS LOS CONVOCADOS… TENGAN ORGULLO PERSONAL… A MARES.