Con la venta de las boletas de Morat, estos cuatro chicos de colegio gomelo, que despiertan amores y odios, enfurecieron tanto a fanáticos como a no fanáticos. ¿La razón? El formato de entradas que se utilizó para la venta de entradas de sus dos llenos totales en el estadio El Campin.
Uno que enojó a muchísimos compradores de boletas, porque las entradas de Morat se vendieron por medio de un sistema de tarifa dinámica. Es decir, que cuando las personas pagaban su boleta, el precio final podía ser mucho mayor al que les habían prometido.
Ante esto se pronunció –por medio de un trino– Alberto Marchena, exdirector de Radioacktiva, ahora radicado en Estados Unidos. Contó que había vivido esta experiencia en un show de Bruce Springsteen y encendió las alarmas para que esto no se vuelva un modelo común en Colombia.
En internet otra usuaria comentó que para la gira de Taylor Swift ni siquiera se sabía el precio base para la venta de boletas. ¿Se imagina este modelo para un partido de futbol?
No todos los fanáticos de Morat se enojaron con ello, pero sus padres y los consumidores de otro tipo de boletas sí. La razón, que parece que los fanáticos de la banda salida de la Universidad de Los Andes (aunque también tiene integrantes que salieron de la Javieriana) no entendieron, es bastante simple. Una banda gomela de pop acaba de abrir las puertas para que las entradas a cualquier espectáculo puedan ser dinámicas.
¿Viene Shakira? Tarifa dinámica. ¿Luis Miguel? Tarifa dinámica papi. ¿Reunión de BTS? Bueno, ya quedó claro. Este sistema es completamente legal, pero también es cierto que compradores en diferentes partes del mundo lo han considerado un abuso.
Vale la pena agregar, que hay artistas que tienen tarifas variables con el realizador del evento, pero también que por esa razón los costos de los shows han subido tanto en los últimos años. Hay festivales que pasaron de costar medio millón de pesos a un millón de pesos en un periodo de aproximadamente cinco años. ¿Acaso es justo que sea el consumidor final el que siempre tenga que poner su bolsillo?
Mucha gente odia la música de Morat. Y no hay nada de raro en que la gente envidie el éxito de otros o en que los detractores de la música pop tilden de basura todo lo que está hecho con este formato. Pero tal vez la banda tendría que darse cuenta que la tarifa dinámica no solo tiene que ver con ellos, sino con todas las personas que compran entradas, dicen en internet.
También les recriminan que mientras repostean cada comentario positivo sobre su doble ‘sold out’ (estadio lleno), un logro increíble, no han hecho ni un solo comentario sobre el sistema con el que se llenaron los bolsillos tanto ellos como los organizadores.
El artista francoespañol Manu Chao ha intercedido siempre para que sus entradas sean accesibles para todo público y no existan abusos con los compradores. En ese orden de ideas, ¿resulta muy disparatado pedirle a Morat que se pronuncie sobre este tema?
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