Con la sonrisa de siempre y mejor semblante tras superar una bronquitis, el Papa Francisco celebró sus 87 años con los niños del centro pediátrico vaticano, quienes después de muchos ensayos le cantaron el “feliz cumpleaños” en italiano, le entregaron una torta en la que dibujaron al Pontífice tomando de las manos a los todos los niños del mundo, le dieron las gracias y le expresaron sus mejores deseos.
"La gratitud es la memoria del corazón. ¡Los mejores deseos Papa Francisco!", se leía en la torta elaborada por el pizzero Vincenzo Staiano, informó la agencia Vatican News, mientras se escuchaba el pequeño coro y el Aula Pablo VI del Dispensario de Santa Marta se llenaba con canciones, escenas, acrobacias y payasos del Circo Vassallo y abrazos.
¡Preparemos el corazón para la Navidad! fue el mensaje del Papa Francisco a los niños en todo el mundo invitándolos a pensar, en silencio y con los ojos cerrados, qué pedir en la fiesta que recuerda el nacimiento de Jesús. Agradeció la presencia de tantos niños y niñas a su lado, les dio la bienvenida al escenario de la Sala Nervi y les deseó que pasaran una Feliz Navidad.
Entre los aplausos de las cerca de 200 familias de los niños asistidos en el centro pediátrico que acompañaron y celebraron con el papa Francisco su cumpleaños 87, se observó también la presencia de los voluntarios de Athletica Vaticana que los acogieron, del presidente, el cardenal Konrad Krajewski, prefecto del Dicasterio para el Servicio de la Caridad, y de la directora, sor Anna Luisa Rizzello quienes, como cada año, se encargarán de llevar la vela soplada por el Papa hasta el Santuario de Nuestra Señora de Pompeya.
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