Al gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez (conocido como Lupe), le hace falta comunicarse mejor con su gerente de Paz y Posconflicto, una funcionaria muy diligente y amable llamada Tatiana Gutiérrez Pérez (no tienen ningún parentesco). Es a raíz de esa falta de comunicación que cada tanto un “indignado” Lupe sale muy “molesto” a los medios regionales o nacionales de comunicación haciendo afirmaciones tergiversadas, alejadas de la realidad y profundamente estigmatizantes con el proceso de reincorporación que actualmente se adelanta con más de mil exguerrilleros de las Farc en cinco subregiones de Antioquia. Cuando Lupe quiere llamar la atención siempre utiliza a los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) como pretexto. Veamos: en junio de 2018 salió anunciando en un consejo de seguridad su firme intención de tumbar los ETCR de Ituango, Anorí, Dabeiba y Remedios (a los pocos días Duque aterrizó como presidente electo a Antioquia). Hace algunos días dijo: “Estas zonas están llenas de coca porque después de que llegaron los excombatientes empezó a volverse zona donde ya no pueden ir los habitantes, son zonas de control de los delincuentes de interés criminal”, a las pocas horas Duque aterrizó nuevamente en Medellín. Es como si cada que al presidente le diera por aparecer en Antioquia el gobernador manifestara su constante “preocupación”. ¿Coincidencias?
Los cuestionamientos de Lupe con los ETCR y sus declaraciones estigmatizantes y apresuradas tiene una particularidad, no se encuentran acompañadas por un comunicado oficial de la Gerencia de Paz y Posconflicto o por declaraciones similares de Tatiana Gutiérrez, algo que no es menor porque el mandato de esa gerencia es velar por la adecuada ejecución de la política departamental de paz incluyendo el proceso de reincorporación. Además, articularse con toda la institucionalidad nacional e internacional que tiene algún grado de incidencia en el proceso de reincorporación. A Tatiana Gutiérrez pocos se le ve en medios haciendo declaraciones (no es mediática) y la percepción que se tiene de ella es que es una mujer comprometida con sacar adelante una política de paz (aprobada en el programa de desarrollo Antioquia Piensa en Grande) que se ha concentrado en los siguientes ejes:
-Crear consejos municipales y subregionales de paz.
-Diseñar e implementar un consejo departamental de reincorporación (con una amplia participación inclusive de delegados de Farc).
-Activar el consejo departamental de paz.
- Llevar cuerpos de paz (practicantes universitarios) a los municipios donde hay ETCR.
- Dinamizar algunos procesos de reconciliación y hasta productivos, es decir, la gerente ha cumplido con su trabajo, conoce las dinámicas de los territorios y sí ha visitado los espacios de reincorporación.
Entonces, ¿por qué la gerencia de Paz y Posconflicto o la gerente Tatiana Gutiérrez no salen a reforzar las declaraciones del gobernador?
La realidad es que los cuestionamientos de Lupe forman parte de su agenda política y mediática, Pérez es un personaje al que le gusta mucho llamar la atención y desde ya se ve como un aspirante sólido para las presidenciales de 2022 (al igual que Federico Gutiérrez). Es pragmático, le coordinó las campañas presidenciales a Santos en Antioquia (así garantizó el apoyo del santismo en pleno en su aspiración a la gobernación en 2015), pero desde hace dos años empezó a dar un viraje hacia el uribismo y por ello necesita graduarse en Antioquia como un dirigente de mano dura y anti-Farc (así ahora sea un colectivo humano en proceso de reincorporación), poco importa que desde una misma dependencia de su gabinete le puedan “aclarar” muchas de sus inquietudes, que sus comentarios profundicen la estigmatización o expongan a las comunidades aledañas a los ETCR, todo eso es "pequeño" para Lupe porque a diferencia de su gerente él sí es muy mediático y le gusta mucho mojar prensa y más ahora que va de salida y no quiere perder vigencia para el 2022. Mientras Lupe sigue haciendo el show, su gerente de paz continúa coordinando el consejo departamental de reincorporación, visitando los ETCR y entendiendo las múltiples dificultades que conlleva ese proceso. A diferencia de su jefe, ella sí va a los territorios y es prudente. Lupe le debería aprender más o al menos, comunicarse mejor con ella.