Muchas veces en Colombia se ve la falta de cumplimiento en los proyectos que se les promete a los ciudadanos. Esto se ha vuelto tan normal al igual que la corrupción, que típicamente se puede escuchar que “todo queda en promesas”.
El proyecto del Sendero Ecológico de Oriente, ubicado en Buga (Valle del Cauca), fue realizado para la recreación familiar y la participación de la comunidad en el desarrollo de actividades deportivas y lúdicas. También, para el mejoramiento del medioambiente con la siembra de árboles frutales y especies ornamentales. Este se ejecutó en un tramo de aproximadamente tres kilómetros y recorre barrios como Altos del Guadalajara, Las Palmitas, Alto Bonito y Bello Horizonte.
Contrario a esto, el Sendero Ecológico de Oriente se convirtió en un espacio de inseguridad para la comunidad, ya que no cumple con los servicios requeridos para su desempeño como integración social. El sendero ecológico “La Pachita”, así conocido por la comunidad debido a que es paralelo a la quebrada La Pachita, es considerado un espacio inseguro para los habitantes del sector. Las personas se han mostrado bastantes inconformes frente al proyecto del Sendero Ecológico, puesto que este no cuenta con alumbrado público, acompañamiento de la policía y actualmente se encuentra totalmente abandonado. Por tal motivo se ha vuelto el sitio preferido para los consumidores de sustancias alucinógenas, violadores, ladrones y asesinos para cometer cualquier clase de delito.
Los habitantes de los barrios que recorre el Sendero Ecológico de Oriente han tenido que soportar actos violentos e inhumanos como los siguientes casos que publicó el medio masivo de comunicación virtual Valle al instante:
- 24 de mayo de 2013, un hombre identificado como Darío Fernando Barbosa Ocampo de 27 años, fue asesinado al recibir múltiples disparos. La comunidad del sector afirma que el joven Barbosa frecuentaba el sendero ecológico para vender alucinógenos.
- 25 de mayo de 2013, dos patrulleros de la policía identificados como Hendís Gómez Aguas y Mauricio Sabogal Romero, fueron heridos por un explosivo artesanal, cuando realizaban una ronda de vigilancia por el sendero ecológico a la altura del barrio Las Palmitas en la carrera quinta, la onda de la explosión causó daños a las viviendas cercanas.
- 18 de octubre del 2014, en la acequia La Pachita, a su paso por el sendero ecológico, fue hallado el cuerpo sin vida de una mujer identificada como Ludivia Rodríguez Cortez de 30 años, según testigos la mujer presentaba tres profundas heridas de cuchillo.
El sendero ecológico se volvió un espacio de distribución de sustancias alucinógenas, en el cual bandas criminales se pelean entre sí por tener el control de la ruta que recorre. Debido a esto se han presentado actos que ponen en peligro a la comunidad. Además, la oscuridad del sendero y lo enmalezado de su vía facilitan que estas personas se camuflen para consumir sustancias psicoactivas o delinquir.
Este proyecto fue diseñado por la corporación agroecológica Surcos de Vida, a cargo del señor Gustavo Ramírez Castaño y supuestamente ubicada en la calle 1G sur #14-55. Sin embargo, no se pudo realizar ningún contacto con esta entidad debido a que cambiaron de domicilio sin dejar rastro alguno. La nueva inquilina del lugar recibe constantemente correspondencia dirigida a la Corporación, manifiesta que no tiene conocimiento alguno acerca del encargado de la misma.
Teniendo en cuenta el abandono del sendero ecológico que se encuentra enmalezado. Por su parte, el policía de medioambiente Jorge Molina manifiesta que obligatoriamente se debe realizar 3 veces al año el podado de las plantas, pero se ejecuta esporádicamente. También, el secretario de la estación de Policía, Pedro Ramírez, dijo “está claro que de las 4:00 p.m. en adelante el sendero se vuelve un lugar intransitable, también sé que el patrullaje se debe realizar las 24 horas del día y realmente se hace esporádicamente, en el caso de que se vea a personas vendiendo drogas. Se le es decomisada la mercancía, se le hace el llamado de atención y dependiendo la cantidad se le practica la ley 1801 de 2016 del Código de Policía y Convivencia, y por la falta de alumbrado público el sendero es un foco de inseguridad”.
Frente el tema del alumbrado, la Empresa de Energía del Pacifico S.A (EPSA) asegura que no está involucrada en ese proyecto y aconseja buscar más información en la Empresa de Energía y Alumbrado Público (Enelar S.A) E.S.P (AR), la cual afirma que al inicio del proyecto del Sendero Ecológico se colocaron tres postes de energía, pero personas del común o bandas delincuenciales los hurtaron y desde no han vuelto a ser parte del proyecto. Para restablecer el alumbrado público en el Sendero, se debe esperar a que alguien actualice y vuelva a retomar el proyecto.
Se realizó un derecho de petición en la alcaldía, el cual fue respondido de una manera muy elaborada, pero sin contestar ninguna de las dudas solicitadas. Ahí, además, recomendaban hablar con la ingeniera Iris Eugenia Uribe Jaramillo, directora actual de la CVC y DAR, quien se encuentra actualmente en la ciudad de Cali. Se intentó tener comunicación con ella, pero nunca contestó las llamadas realizadas y tampoco los correos enviados para tener información acerca de su participación en el proyecto.
Adicionalmente, Camilo José Rodríguez González, contratista de la Alcaldía de Buga, asegura que “el proyecto está volando y va a seguir así hasta que alguien se haga a cargo del proyecto y lo restablezca”.
En conclusión, el Sendero Ecológico de Oriente no cuenta con doliente alguno y los habitantes del sector seguirán soportando esta problemática social que los perjudica y pone en riesgo su bienestar.