La imagen de un expresidente sentado en una curul, sometido a la disciplina de un colega parlamentario, resulta inédita en Colombia. Álvaro Uribe regresa al Congreso en esa condición y sus radicales discursos serán la gran atracción del nuevo parlamento que arranca este 20 de Julio. Su voz que se ha escuchado prioritariamente desde su Twitter tomará volumen público apoyado por 19 senadores de la lista que él mismo conformó para lanzar el recién nacido partido Centro Democrático. El comportamiento de las cuatro bancadas, liberales, conservadores, La U y Centro Democrático, que controlan la mayoría del Senado, también será inédito y seguramente las coaliciones serán circunstanciales en torno a las distintas iniciativas sin que se descarten alianzas entre sectores opuestos como pueden son el Polo Democrático y los Uribistas. Una señal de que esto puede ocurrir fue la iniciativa de la senadora Paloma Valencia para impulsar, con autorización de su jefe Álvaro Uribe Vélez, su candidatura a la presidencia del senado.
Claudia López, Iván Cepeda, Viviane Morales y el mismo Robledo, anunciaron tener preparadas las municiones para confrontar al expresidente, dispuestos a desempolvar viejas investigaciones asociadas al paramilitarismo, los falsos positivos, chuzadas temas frente a las que aún hay cuentas pendientes. Lejos se está de los tiempos de las mayorías consolidadas de la Unidad Nacional con la que el Presidente Santos gobernó cómodamente.
Será el Congreso del trámite de los acuerdos de La Habana, con reformas pendientes: justicia, salud, desarrollo rural, tributaria y la constitucional con la que Santos se comprometió a abolir la reelección y ampliar el período presidencial a cinco o seis años, según lo decida el Congreso.
Cómo quedó conformado finalmente.
El Partido de la U logró 21 curules, representados en 2.200.000 votos. Gracias a esto pudo poner después de un duro forcejeo presidente de Congreso: el barranquillero José David Name, además de influir de manera efectiva en la conformación de las comisiones legislativas y sus mesas directivas.
El Centro Democrático de Uribe logró con su lista cerrada 20 curules, menos de lo que esperaban, pero significativo para una fuerza que apenas se estrenaba electoralmente. Todo allí será una sorpresa porque la característica del grupo es la inexperiencia legislativa aunque varios de ellos llegan fogueados en los micrófonos por su condición de analistas y formadores de opinión a través de los medios. Será una bancada cohesionada con peso a la hora de las decisiones.
El partido Liberal con el veterano Horacio Serpa, será un aliado incondicional del Presidente como lo demostró en la contienda reeleccionista. Aunque perdió representación legislativa, seguramente será el grupo más favorecido en la participación en el ejecutivo. La llegada del expresidente Ernesto Samper a la secretaría de Unasur tendrá significado de cara al apoyo internacional al proceso de paz.
Las 18 curules del Partido Conservador pueden repetir en su rol de “la fuerza que decide”, razón por la cual llegan en una buena condición para buscar participación burocrática en la perspectiva de entrar a la coalición de Gobierno.
El partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras, Cambio Radical, obtuvo un millón de votos con una lista integrada entre otros por Carlos Fernando Galán y logró mantenerse con nueve curules en el Senado. Está será también una bancada incondicional del gobierno Santos, que servirá de bisagra a la hora de tener que recurrir a mayoría para el trámite de proyectos complicados.
La oposición llegará por cuenta del Polo y de un sector del Partido Verde. Llegan caras nuevas como el profesor Senen Niño, el líder campesino Alberto Castilla, y repiten destacados congresistas como Jorge Robledo, Alexander López e Iván Cepeda, quien dio el salto de la Cámara al Senado y estará en la comisión de paz con participación en los temas de la negociación en Cuba.
La Alianza Verde se estrena con el exgobernador y exconstituyente Antonio Navarro y Claudia López como sus mayores figuras. Ella estará en la comisión primera y Navarro en la tercera y en la de paz. Ambos lideran una bancada que obtuvo cerca de quinientos mil votos y está compuesta por cinco senadores, en su mayoría veteranos en las lides políticas del Congreso, como el exalcalde de Cali Jorge Iván Ospina.
Opción Ciudadana llega debilitada con una votación muy inferior a la que esperaban y varios de sus militantes con enredos judiciales. Es la casa de congresistas con cercanías a políticos condenados por parapolítica y otros cuestionados como es el caso del hijo del detenido exgobernador de Santander Hugo Aguilar, Antonio José Correa, Doris Clemencia Vega y Teresita García Romero , hermana del congresista Álvaro García, condenado a cuarenta años de cárcel por asesinato.
El Presidente Santos deberá hacer malabares para lograr la gobernabilidad necesaria sin terminar hipotecado al chantaje parlamentario por vía de la mermelada y la participación burocrática. Será un Congreso polarizado con protagonistas nacionales que puede terminar siendo más que efectivo en el trámite legislativo, un espectáculo de retórica política y de realineamiento de fuerzas que pueden terminar enterrando a los partidos tradicionales.