La demanda de perdida de investidura ante el Consejo de Estado la interpuso Víctor Velásquez, un abogando miembro de una Iglesia cristiana evangélica de Colombia. Argumentó que vivían en “unión permanente”, equiparándolo a un estado marital que inhabilita a los colombianos para acceder a un cargo legislativo.
La demanda de Velásquez tenía sabor a revancha. Militante de Opción ciudadana, uno de los grupos políticos cuestionados del país, ha sido dos veces senador en reemplazo de copartidarios suyos despojados de su curul por cargos de “parapolítica”. Claudia López ha sido una de las más férreas denunciantes contra la parapolítica. Velásquez “y los que están atrás quieren destruirme por ser quien soy, por mis denuncias y las condenas de la ‘parapolítica’”, dice Claudia Lopez.
Las dos demandadas lograron demostrar que aunque son novias pero no son una “unión permanente”. “Teníamos un noviazgo de chat, Skype y vacaciones, nunca una unión permanente ni una unión marital de hecho”. Vivían en países diferentes los dos años previos a su elección como congresistas, lo cual está suficientemente probado.
López residía en Chicago, donde cursaba un doctorado en ciencia política en la Universidad Northwestern. Entre 2011 y 2013 tuvo su domicilio en esa ciudad estadunidense y así consta en los contratos de arrendamiento que exhibió ante el Consejo de Estado.
Lozano, por su parte, radicaba en Bogotá, donde en esos años se desempeñó como concejal de la ciudad. dice.
Velásquez, quien ha sido candidato en tres elecciones legislativas y en todas ha sido derrotado, presentó como “pruebas” de la supuesta unión marital de hecho entre las legisladoras tres artículos periodísticos en los que ellas hablaron de su noviazgo.
Angélica Lozano ha sido una defensora de los derechos de gays y LGTB y fue la primera alcaldesa en crear un espacio de libertad como alcaldesa menor de Chapinero. Ha sido siempre abierta a la hora de hablar de su orientación sexual.
“No son dos ministros ni dos hombres congresistas gays los que están hablando públicamente de sus relaciones. Aquí lo que hay son maricas en política, y muchos, pero en el clóset siempre. Aquí ha habido ministros, presidentes y congresistas maricas, pero se mueren del susto de salir del clóset. En cambio las mujeres somos más valientes en política para asumir costos altos. Conozco por lo menos 15 congresistas gays de los últimos 15 años. Todos son de clóset. O relativamente de clóset, porque en el Congreso se sabe, en el mundo político se sabe. Ellos son cobardes”. Y ellas no, y por esto lograron un triunfo más que esperan se consolide en la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo que está a punto de fallar la Corte Constitucional.
