Cada vez que Bukele sale a decir cualquier cosa es celebrado por un sector del pueblo colombiano que desprecia la democracia. Su talante autoritario, que ha llevado a quitarle cualquier tipo de derecho a los Maras, las pandillas que azotan su país, y en donde incluso ordenó la destrucción de sus tumbas en varios cementerios de El Salvador, es celebrado a rabiar por los seguidores de María Fernanda Cabal o Miguel Polo Polo. Hasta hace muy poco se aplaudía la manera como llevaba la economía de su país. Pero eso ya es periódico de ayer.
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Durante la pandemia las criptomonedas cotizaron al alza, fue un boom en el que un dirigente joven como Bukele quiso entrarle. Se estima que el joven presidente invirtió 150 millones de dólares en septiembre del 2021, todos esos fondos salieron de los ahorros de los salvadoreños. Desde ese momento la criptomoneda empezó a caer de manera estrepitosa aunque lo peor estaba por venir.
Esta semana se desplomó el Bitcoin después de que una de sus plataformas más grandes, la FTX, se desplomara, lo que ocasionó pérdidas superiores a los 70 millones de dólares, casi todo el presupuesto que tiene el ministerio de Agricultura en un país cuyos habitantes sufren, en un 26%, de inasistencia alimentaria.
Se pasa hambre en El Salvador pero hubo uribistas que querían hasta hace muy poco que un tipo del talante y sabiduría de Bukele los gobernara. ¿Ahora qué pensarán?