El Pibe Valderrama dijo en alguna entrevista que sin sexo no hubiera conseguido muchas cosas. La visión tradicional era que sexo y fútbol no eran compatibles… Bueno, y al mismo tiempo es imposible.
Como ya llega el Mundial con todas las expectativas y su rigor, el tema vuelve a la discusión. El sexólogo barranquillero José Manuel González asegura que hoy la percepción ha cambiado. Hacer el amor antes de un partido es positivo porque el sexo tranquiliza, da placidez, relaja, permite bajar el estrés, el desgaste físico no es grande y el jugador se puede recuperar con diez minutos de descanso. En el mismo sentido, la mujer siente que está apoyando a su pareja. Crea vínculo, seguridad. “Eso llevó a que muchas selecciones llevaran a las esposas de los jugadores a los mundiales”, dice él. Bueno, no sé si propiamente querían llevarlas a ellas, porque con lo que dijo el Pibe y pensando justo en el Mundial del 94 en Estados Unidos, esas baterías no se recargaron con la señora de la casa, sino la del domicilio; eso dicen... Pero ellos jamás lo aceptarán, dicen también. ¿Y cuando son solteros? Hay que cuidar que no se vayan de rumba.
Desde el punto de vista científico, no hay ninguna prueba de que el sexo interfiera con el desempeño de un jugador. Lo que sí lo hace es cuando se suman trago y trasnocho. “Sexo en parranda, sexo en un bar, sexo en una actividad de madrugada lleva a que el jugador se vaya de juerga; eso sí le hace daño al estado físico y bastante”, asegura nuestro sexólogo. Ahora, otro asunto son las posiciones. Los muy osados pueden sufrir lesiones y calambres. Mejor dicho ¡artistadas no! Siempre que se abordan estos temas se habla del salto del ángel, ¿se acuerdan? El que asegura que el señor se descuelga desde un ventilador, o se bota del armario, o desde un sitio más alto y un poco lejano de la cama. Habríq que tener espíritu de Tarzán para lanzarse, y de cucaracha para recibir al hombre de la selva, porque usted queda aplastada. Los únicos que saltan con maestría, y no desde un mueble, son el burro, el toro y el caballo; nada sexy por demás. ¿Pero saben una cosa? ¡Tranquilos! En la práctica es imposible. Bueno, ustedes deben saberlo y el que diga lo contrario es un cañero, dicen los mismos hombres.
A los futbolistas en el Mundial les tocará el misionero o —en términos muy decentes— la posición del caballito (él debajo y la mujer encima); es la que en términos coloquiales se conoce como “choferiar”… Sí mi querida Selección Colombia, esa es la más recomendada. O como dijo un oyente de En Blu Jeans, de Blu Radio, en su tuiter: hay que tener cuidado con las rodillas si se hace el salto del tigre Falcao, porque vea lo que le pasó: seis meses de incapacidad.
Averigüé si la Selección invitó a las esposas y novias de los jugadores; no las invitaron. Las que vayan estarán fuera de la concentración. No sé si ustedes han visto la serie La Selección, pero si la esposa es como la primera de Freddy Rincón, mejor que se quede en la casa.
En resumen: Sexo sí, maromas y juerga no.
¡Feliz resto de semana y feliz mundial!
