A mediados de los ochenta, una "célebre intervención" del entonces senador Luis Carlos Galán en la Plenaria, advertía sobre la necesidad de consolidar las bancadas en el Congreso, sosteniendo que el legislativo se debía regir por ideologías –no por individuos- en donde cada una de aquellas debía actuar como un colectivo, con libreto en mano, en donde ninguno de sus miembros se podía salir de sus lineamientos, sino acatando estrictamente sus conceptos, posturas y acciones –como autómatas- sosteniendo que el legislativo colombiano se debía modernizar, acorde con los parlamentos más avanzados del mundo.
El inmolado líder fue más allá, con una lamentable y sin duda “mediocre” argumentación –increíble en este gran hombre de Estado- en donde tranquilamente decía que el Congresista no tenía tiempo ni la preparación para estudiar el gigante cúmulo de proyectos de acto legislativo y proyectos de ley, por lo que éstos deberían ser trabajados por la colectividad –con un equipo de expertos- y de esta manera sentar una posición partidista –sin importar la postura de cada legislador- lo que en términos de una aula de educación media o superior, significa que el estudiante “vago” tiene el legítimo derecho de que se incluya en el trabajo de grupo –sin hacer absolutamente nada- porque lo que realmente importa es la calificación colectiva.
El furioso discurso con el que Petro enfrentó a Mancuso en el Congreso
Ese legado legislativo “cuasi comunista” de Galán –el colectivo se antepone al individuo- vendría a explicar el pronunciamiento este miércoles del ministro de Salud Guillermo Alfonso Jaramillo, al asegurar con relación a la Alianza Verde que “uno es de oposición o de Gobierno”, advirtiendo que “uno debe asumir una posición clara”, porque en su lógica de partidos –que contradice los principios básicos de la lógica- no concibe ni se explica que dos eficientes y aguerridas legisladoras de esta colectividad -Katherine Miranda y Catherine Juvinao- se opongan en la Plenaria de la Cámara a la Reforma a la Salud.
La propuesta supuestamente “avanzada” de Galán, se materializa posteriormente con la Ley de Bancadas y el Estatuto de la Oposición – que no necesariamente interpreta a la Asamblea Nacional Constituyente de 1991- porque elimina la autonomía del Congresista, o por lo menos la reduce a su mínima expresión, quedando sujeta a depuración ideológica de su respectivo Partido -incluso en contra de los intereses de su región- en donde de una u otra manara debe contar con el aval de su colectividad para radicar un proyecto de ley o citar a un debate de control político, que en ningún momento éstos pueden contradecir ni su ideología ni su postura ante el Gobierno de turno.
El Congresista "ideal" es el que respalda las buenas iniciativas de un Gobierno, se opone con vehemencia a las no tan buenas, y está dispuesto a concertar los grandes temas del País, como efectivamente lo están haciendo Juvinao y Miranda, y no tiene ninguna presentación que el Ministro Gallego pretenda "alinearlas" a lo taxativo de la Ley de Bancadas y el Estatuto de la Oposición, que sin duda urge de una reforma estructural, más una rigurosa revisión de la Corte Constitucional, en la medida que anula la libre iniciativa del Congresista, al mejor estilo de las deliberaciones del Partido Comunista de la extinta Unión Soviética.
Estas disposiciones legales de todos modos han contribuido en el fortalecimiento de los partidos, que se reflejan en una bancada tan centrada como Alianza Verde, la vertical y acertada oposición del Centro Democrático, y el notable trabajo legislativo de una colectividad minoritaria como el MIRA, pero que sin duda -reitero- exige una cuidadosa revisión, porque además la discusión y aprobación de los proyectos se ha relegado a las reuniones internas de los Partidos, quitándole peso entonces a las sesiones de Comisiones y Plenarias en el Congreso.
Coletilla. El martes 5 de diciembre , iniciaría en Plenaria Cámara el cuarto (4) debate en primera vuelta del proyecto de acto legislativo de la Mesada 14 para la Fuerza Pública, que tiene como autores al Senador José Vicente Carreño y el ministro de Defensa Iván Velázquez.
Así las cosas, inicia la segunda vuelta en febrero, cuando se estrena la ampliación del segundo período de la legislatura.
*Asesor legislativo y escritor.
