Oscar Wilde, Alfred Kinsley , George Sand, Marcel Proust, Giacommo Casanova (si, el mismito Casanova), Rey David, Sócrates, Platón, Sir John Maynard Keynes (el padre de la economía moderna), Alexander von Humboldt, Michelangelo Buonarotti, Leonardo Da Vinci, Marcel Proust, William Shakespeare, Ricky Martin, Ellen de Generes, San Anselmo, Papa Julio II, Aaron Copland, Margareth Mead, Marlene Dietrich, Marguerit Yourcenar, Greta Garbo, Luchino Visconti, Tennesee Williams, Leonard Bernstein, Liberace, Truman Capote, Rock Hudson, Michel Foucault, Andy Warhol, Rudolf Nureyev, Walt Whitman, Martina Navratilova, Peter Ilicht Tchaikovski, Pier Paolo Passolini, Thomas Mann, Virgina Wolff, Federico García Lorca, Sergei Einsestein.
Todos fueron brillantes. Santos y Papa. Ganadores del Premio Nobel, escritores, poetas, filósofos, cineastas, bailarines, pintores, actores, campeones de tenis, compositores, geniales todos ellos. Y además homosexuales o transgénero como George Sand. ¿Qué los hace diferentes de nosotros? Todos han sido genios reconocidos no por sus preferencias sexuales, sino por sus brillantes obras, invenciones y progreso en las ciencias.
El LGBT nace, no se hace. No es una elección. Nadie “escoge” ser LGBT. Es una vida de matoneo, violencia, rechazo e intolerancia.
Los manuales de convivencia tratan de eliminar el matoneo de todo tipo.. ¿Que los hizo Colombia Diversa? No importa. Quienes han sufrido la discriminación son los que mas saben sobre ella.
Pero independientemente de la polémica que enrarece la atmósfera estos días, el tema tiene mas de política y menos de igualdad de género.
En efecto, el Presidente Santos, que tanta credibilidad tiene, no se ha apersonado del tema, y en una extraña reunión con jerarcas de la lgesia anunció que los manuales no se aplicarían. Desautorizó a Gina.
La razón es que esta polémica ha trasladado la discusión sobre los Acuerdos de La Habana al tema del respeto a la diversidad. Los padres están furiosos y en la medida que Gina siga trinando y poniéndose en el mismo nivel de quienes la matonean, la discusión seguirá, desplazando a los acuerdos de La Habana de las primeras planas. Santos debe estar feliz.
Gina está sola frente a los leones. Las percepciones de un país católico, retrógrado, racista, discriminador están en la sangre de los padres que hoy se dan golpes de pecho. Esta generación no cambiará de opinión. Es la pelea del Quijote contra los molinos.
El desenlace será muy triste. El tema de los Acuerdos de La Habana seguirá vigente, por mas que la prensa enmermelada trate de disimularlo. Los ministros son fusibles. Santos sacrificará a Gina cuando se vea mas acosado por la mermelada para el plebiscito. La clase política lo está extorsionando. El haber ganado la reelección gracias a la impúdica mermelada, lo obliga a hacer lo mismo esta vez: sin mermelada no hay recursos para incentivar los caciques.
Pero, ojo incautos. Para comprar los votos del plebiscito habrá más impuestos. Aunque digan que la reforma tributaria no es para subir tarifas, ya los colombianos no creen en el gobierno.
Gina, no se plegue a la agenda populista de Santos. La va a traicionar y no le pasará al teléfono cuando esté en la calle. Pero si se avispa, pida una Embajada bien buena antes de renunciar. Es el mejor cargo público, no hay oficio, vive delicioso y queda como una princesa, antes de que Santos la sacrifique para darle gusto a la galería del SI a los Acuerdos de la Habana.