Uno de los delitos por los que fue condenado el sacerdote canadiense de la religión católica es haber violado a un perro en frente de dos niños. Erick Dejaeger se declaró culpable de la violación de cerca de ochenta niños y de un perro de trineo en el ártico canadiense, donde había trabajado durante décadas como misionero. El hombre de 67 años, que ya fue expulsado del clero de la igleica Católica, fue condenado por el juez Robert Kilpatrick quien consideró que el paso del tiempo había debilitado la evidencia por lo cual le redujo el número de acusaciones. Sin embargo, más de 20 víctimas de la aldea Inuit de Igloolik, donde vivió el sacerdote entre 1978 y 1982, testificaron en el caso y el canal CBC dijo que el entonces sacerdote usó su rol de misionero para atraer a los niños y abusar de ellos, amenazándolos con el fuego del infierno y la separación de sus familiares si revelaban lo sucedido.
El sacerdote que no se conformó con violar niños
El cura Eric Dejaeger también abusó de un perro en Canadá
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