Por este medio se pretende de la manera más atenta instaurar oposición ante la postura, por demás desacertada y reaccionaria, del párroco del municipio de Cogua, Herly Yesid Vargas Durán, frente a las clases de yoga implementadas por la Alcaldía Municipal.
Soy médico cirujano, especialista en terapias alternativas, con formación ampliada en terapias estructurales e instructora de yoga terapéutico, además perteneciente a la red nacional de liderazgo Origen.
En el mes de septiembre fui contratada por la Gerencia de Desarrollo Social y Comunitario de la alcaldía municipal de Cogua con el objetivo de llevar herramientas de bienestar a través del Yoga a diversos grupos del municipio tales como mujeres del casco urbano y veredas, mujeres líderes del municipio, personas de la tercera edad, personas en condición de discapacidad, docentes, entre otros, teniendo muy buena acogida por parte de quienes participaron en las clases.
Sin embargo, al mes de haber iniciado mi trabajo en el municipio de Cogua, comencé a enterarme por parte de quienes asistían a las sesiones, que el párroco del municipio, Yesid Vargas, comenzó a generar comentarios durante las homilías en contra de la práctica de yoga advirtiendo a los feligreses sobre las consecuencias que ésta les traería al ser católicos, y más aún presionando para que las prácticas no se realizaran en los salones comunales de las veredas con la excusa que en ellas se lleva a cabo la celebración de la eucaristía.
Debido a estas acciones que el párroco desencadenó, impidiendo el adecuado desarrollo de mis actividades contractuales, y a la oposición que comenzó a generar contra la alcaldía municipal, después de analizar amigablemente la situación junto con la alcaldesa Flor María Murcia, se decidió dar por terminado mi contrato por mutuo acuerdo.
Partiendo de estos hechos, preocupa y entristece de sobremanera este actuar de un líder social y religioso.
Colombia lleva décadas sumida en la violencia y en fuertes divisiones, y considero que el actual llamado de muchos colombianos es a comenzar a trabajar desde las coincidencias, aun cuando existen de por medio diferencias de pensamiento o creencias.
Como parte de la red nacional de liderazgo a la que pertenezco, puedo decir que un líder es una persona que inspira, que es capaz de ver más allá de lo aparente y, desde la empatía, la comprensión y el respeto de las individualidades y diferencias, facilita que una comunidad se una para un bien común.
Supe que varias personas, tanto de la alcaldía como quienes participaban como estudiantes, intentaron acercarse al sacerdote Yesid Vargas para contarle en qué consistían las prácticas que se estaban llevando a cabo en el municipio y como éstas no tenían que ver con temas religiosos, pero la única respuesta que recibieron era que él no tenía nada que hablar con nadie, advirtiendo de no hacerlo enojar aún más.
Por estos motivos me parece muy pertinente explicar los siguientes puntos:
- El Yoga es un sistema que, si bien parte de una filosofía milenaria oriental ligada con el hinduismo, ha tenido influencia en el desarrollo de muchas técnicas que actualmente se emplean en la práctica médica y demás terapéuticas como lo son: la terapia física, la nutrición, la psicología, entre otras. Desde mi práctica como médico y terapeuta, he enfocado mis clases en brindar técnicas que ayuden a armonizar tanto el aspecto físico (disminuyendo dolores o facilitando la movilidad), como los aspectos mentales y emocionales (ayudando a disminuir el estrés y la ansiedad), con el principal objetivo de llevar bienestar integral a las personas.
- Existen más de seis mil estudios científicos y médicos que avalan los resultados de la práctica de yoga en la salud, tanto en el manejo de condiciones dolorosas y osteomusculares como en el manejo de condiciones mentales y emocionales. Tales estudios se pueden consultar en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/ .
- Frente a la postura de la Iglesia Católica, en la “Orationis formas-Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana-1989”, firmada por el Papa Juan Pablo II y el entonces cardenal Joseph Ratzinger, refiere (copio apartes): “El interés que han suscitado en estos años diversas formas de meditación ligadas a algunas religiones orientales y a sus peculiares modos de oración, aun entre los cristianos, es un signo no pequeño de esta necesidad de recogimiento espiritual y de profundo contacto con el misterio divino…El contacto siempre más frecuente con otras religiones y con sus diferentes estilos y métodos de oración han llevado a que muchos fieles, en los últimos decenios, se interroguen sobre el valor que pueden tener para los cristianos formas de meditación no cristianas. La pregunta se refiere sobre todo a los métodos orientales. Actualmente algunos recurren a tales métodos por motivos terapéuticos: La inquietud espiritual de una vida sometida al ritmo sofocante de la sociedad tecnológicamente avanzada, impulsa también a un cierto número de cristianos a buscar en ellos el camino de la calma interior y del equilibrio psíquico…
Otros cristianos, en la línea del movimiento de apertura e intercambio con religiones y culturas diversas, piensan que su misma oración puede ganar mucho con esos métodos. Al observar que no pocos métodos tradicionales de meditación, peculiares del cristianismo, en tiempos recientes han caído en desuso, éstos se preguntan: ¿no se podría enriquecer nuestro patrimonio, a través de una nueva educación en la oración, incorporando también elementos que hasta ahora eran extraños? … La mayor parte de las grandes religiones que han buscado la unión con Dios en la oración han indicado también caminos para conseguirla. Como
«la Iglesia católica nada rechaza de lo que, en estas religiones, hay de verdadero y santo» (Concilio Vaticano II), no se deberían despreciar sin previa consideración estas indicaciones, por el mero hecho de no ser cristianas.
Se podrá, al contrario, tomar de ellas lo que tienen de útil, a condición de mantener la concepción cristiana de la oración, su lógica y sus exigencias, porque sólo dentro de esta totalidad esos fragmentos podrán ser reformados y asumidos. … La meditación cristiana de Oriente ha valorizado el simbolismo psicofísico, que a menudo falta en la oración de Occidente. Este simbolismo puede ir desde una determinada actitud corpórea hasta las funciones vitales fundamentales, como la respiración o el latido cardíaco…Estas propuestas u otras análogas de armonización entre meditación cristiana y técnicas orientales deberán ser continuamente examinadas con un cuidadoso discernimiento de contenidos y de métodos”. (Se puede leer el documento completo en: https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19891015_meditazione-cristiana_sp.html)
- “La sentencia C-350 de 1994 declara que Colombia es un Estado laico y pluralista, fundado en el reconocimiento de la plena libertad religiosa y la igualdad entre todas las confesiones religiosas. Es decir, todas las religiones son iguales para el gobierno. Por lo tanto, ningún presidente, alcalde, gobernador o cualquier autoridad pública puede suponer que una religión debe estar por encima de otra. La formalización del estado laico se realizó por parte de la Corte Constitucional, especialmente a partir de las sentencias T-403/92, C-568/93, C-088/94, y C-350/94, y se anota con certeza que “el estado va más allá que de una institución constitucional: Es un modelo de regulación normativa y política del hecho religioso.” (https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1994/c-350-94.htm)
La ley es clara en el aspecto que la iglesia no debería tener injerencia sobre los procesos gubernamentales ni sobre sus políticas de gobierno, incluyendo los espacios públicos destinados a las actividades de la comunidad, como lo son los salones comunales.
Con base en estos puntos, lo que se puede evidenciar es que a algunos líderes de la iglesia católica les cuesta entender una realidad inevitablemente diversa, y se intuye el temor por afrontar la actualización de estas realidades, por demás ya aceptadas tanto por la constitución como, en este caso, por los mandatarios de la Iglesia Católica; nuestra moral, nuestra ética y nuestras creencias evolucionan, como la vida y como las instituciones.
Esta evolución ha sido constatada por la ciencia, que es la que genera la modernidad y el mundo en el que vivimos. Si no se produce una actualización en las políticas de tolerancia por parte de las instituciones que regulan el comportamiento de los seres humanos, correremos el riesgo de perpetuar los enfrentamientos y rivalidades que mantienen a la humanidad sumida en los conflictos por la verdad.
La consciencia intelectual busca liberar al hombre por medio del conocimiento y el saber. La idea nunca debe ser coartar a las personas a través del miedo sino más bien darles el entendimiento, la consciencia y el conocimiento para que consigan una decisión crítica, puedan reconocer la innovación y haya un relevo generacional natural en toda sociedad.
El diálogo hubiese sido la solución en la situación que se describió, así como la concertación y la empatía, conceptos que soportan las libertades que las luchas humanas a través de la historia han conseguido en pro de la sensatez y la coexistencia de diferentes filosofías. Por eso, esta carta insta a la consciencia y a la cultura por una justicia en cuanto al orden de las instituciones que rigen la sociedad.
En el caso de este programa en específico que se pretendió implementar en Cogua, ningún adoctrinamiento o instrucción religiosa estuvo presente en las clases, únicamente la búsqueda de los objetivos en pro de una salud integral. Quienes participaron en las clases pueden dar testimonio de ello.
A la comunidad general, y en especial a los diversos líderes de todos los sectores, les invito en estas situaciones a investigar y dialogar antes que a suponer y reaccionar; a comenzar a crear liderazgos que unan en lugar de dividir, que integren y no que discriminen, que convenzan desde el respeto y la empatía y no que se impongan desde el temor o el egoísmo.
Es necesario que todos comencemos a no tener miedo de lo diferente y ser humildes ante lo que creemos conocer pero en realidad no entendemos, tenemos el derecho y el deber de levantar la voz frente a las situaciones que nos parezcan injustas o dudosas, pero lo que debemos evitar es el error de no tener en cuenta los derechos fundamentales y constitucionales que soportan la sana convivencia.
Seguramente todos entendemos que a estas alturas de la historia de la humanidad, en donde hemos sorteado grandes obstáculos que generan los conflictos, especialmente en Colombia, es necesario aportar cada vez más a este cambio.
Espero que esta carta sea también una voz para esas personas que entienden la libertad no solo como un concepto altruista, también para quienes no pueden o no saben cómo decirlo.
Agradezco enormemente el apoyo por parte de la Gerencia de Desarrollo Social y Comunitario de la Alcaldía Municipal de Cogua y de todos aquellos que en estos cortos dos meses fueron mis estudiantes y recibieron con agrado lo que pude enseñar para su bienestar.
Cordialmente,
ÁNGELA MORENO, Médico Especialista en Terapias Alternativas, Farmacología Vegetal y Terapias Estructurales. Profesora de Yoga Inbound Terapéutico.
JULIÁN BLANCO, Lic. Música, Profesor, Gestor Cultural.