Junto a mi mamá viví el tan anhelado y hasta por momentos el difícil triunfo de la mecha, mi América de Cali, ante el poderoso de la montaña, un Medellín que durante varios minutos tuvo la pelota, pero no le bastó para detener el hambre de gol, de gloria, de dejar atrás el fantasma de la categoría B, uno que ya pasó a ser historia.
El triunfo del América logró una vez más despertar la pasión de un pueblo. Sin embargo, pareciera que los hinchas del rojo fuéramos los malos estudiantes de la clase, todo sufrido, todo para lo último. Aunque a veces siento que así se disfruta más, se vive mejor. No obstante, hoy veo cómo este triunfo sacó una vez más lo acomodados que somos los colombianos, dejando ver lo mezquino que podemos llegar a ser sin saberlo, sin sentirlo, solo siéndolo.
Me explico, recuerdan cómo llegamos a ver a Hernán Torres, ¿recuerdan quién es él? Para muchos, incluyéndome, fue un héroe, fue el hombre que sin mucho dinero y en la peor crisis del equipo escarlata le devolvió la categoría al mismo, claro, no fue solo él, detrás tenía el aliento de una de las hinchadas más grandes y fieles del fútbol latinoamericano, para mí, la más grande de Colombia. Sin embargo, las cosas no se le siguieron dando, su último encuentro como director ante Envigado donde los rojos fueron nuevamente derrotados lo llevó a presentar su carta de renuncia ante las directivas del equipo, renuncia que le fue aceptada. Y sí, no estuvo mal que lo hiciera, lo malo es que se fue en entre insultos, desprecio por la hinchada su hinchada, la misma que lloró de alegría aquel 27 de noviembre del 2016 en el triunfo de la honra, del fin de la pesadilla, del paso a la categoría A.
Hoy el turno es para el estratega Da Silva, hombre que ha tenido una campaña casi perfecta, donde a través de sus resultados enterró el fantasma de la B.
Junto a mi mamá y cerca de 27 mil hinchas en el Pascual portamos con orgullo la camiseta, aplaudimos con el corazón a sus jugadores y cuerpo técnico por su entrega, por conservarnos en la categoría, por ser hoy por hoy mejores que nuestro rival de patio, el Deportivo Cali.
Hoy Polilla Da Silva es grande, y sí, es grande como lo es Torres.
Pd: Ojalá pase mucho tiempo, mucho tiempo, para decir "fuera Silva, fuera".