El senador del Polo Jorge Enrique Robledo fue el parlamentario que lideró los debates en el Congreso de una debacle que se venía venir desde el 2010 y las consecuencias que tendría para los 4.5 millones de usuarios. Este texto forma parte de las denuncias presentadas por el senador Jorge Enrique Robledo en el Congreso en un momento en el que el gobierno ha podido actuar y evitar la liquidación final. Esto denunció el senador Robledo en el debate que le hizo al ministro de Salud Alejandro Gaviria por el caso Saludcoop en septiembre de 2014:
¿Qué fue lo que paso?
En el 2010, el superintendente de salud, Mario Mejía, le impuso una sanción a Saludcoop ordenándole devolver 300 mil millones de pesos de plata de la salud que Saludcoop se había gastado en otros rubros. Y además le ordenó no pagar 300 mil millones de pesos en deudas de inversiones que Saludcoop había hecho en negocios que no eran de la salud. Saludcoop no podía invertir con la plata de la salud. Podía comprar con su plata, pero no con la UPC, porque la UPC solo paga medicamentos, médicos y profesionales de la salud, procedimientos quirúrgicos y hospitalarios y la administración propia de lo que llaman el acto médico.
¿Qué compró Saludcoop en cabeza de Carlos Gustavo Palacino con plata de la salud? 28 clínicas, por 109 mil millones, 14 lotes, una inversión en el Río Grande Country Club, la Lavandería Impecable y Saludcoop México. Cómo pueden justificar que la plata de la UPC se puede invertir en clínicas o en una EPS en México. Alguien dirá que porque eran clínicas. No, no pueden ser compradas, porque la UPC solo paga médicos, medicamentos, procedimientos y administración. Entonces, cuando Saludcoop compra una clínica lo que está es quitándoles la plata de la salud de los colombianos y pasándola directamente a su patrimonio, porque la clínica queda a nombre de Saludcoop, no a nombre de los colombianos. Y si el día de mañana quiere Saludcoop venderla, y vuelvo con mi cuento, e invertir con la plata de los colombianos en un club campestre o en un burdel en Nueva York, no lo puede hacer. Lo dejó perfectamente demostrado el superintendente de esos días.
Y aquí ocurrió uno de más graves atentados hechos por el presidente Juan Manuel Santos en contra del sistema de salud. Y es que el nuevo superintendente de Salud, Conrado Adolfo Gómez, llega a la Superintendencia y lo primero que hace es sacar a los técnicos que habían adelantado la investigación contra Saludcoop, por lo demás compleja. Y pocos días después, Saludcoop le pide a Gómez echar para atrás la sanción. Y pocos días después el Superintendente acepta que se eche atrás la sanción. Por supuesto, hay apelaciones, pero hago corto el cuento. Lo que termina sucediendo es que el intento de reculada del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, del supersalud Conrado Gómez y del ministro de Salud Mauricio Santamaria de esos días les falla porque el Tribunal Superior de Cundinamarca les ordena en una sentencia no recular y les dice: esa plata es de la salud y Saludcoop no se la podía haber gastado como si fuera propia. Se apela al Consejo de Estado y queda en firme lo de la anterior Supersalud. El hecho de que esa plata se la estaban, me excusan la palabra pero es la precisa, robando. En total, 600 mil millones de pesos: 300 mil que ya se habían embolsillado y otros 300 mil que iban a ir pagándoles a los bancos por el camino por esas intervenciones.
La Supersalud dejó además en firme tres cosas claves para lo que sigue. Primero, le ordenó a Saludcoop restituirle al sistema de salud la plata ya gastada, 300 mil millones, plata de la salud. Y le advirtió además que en el futuro no podía incurriendo en este tipo de malas prácticas. Y además, que no podía seguir pagando esas deudas con plata de la salud, sino que tenía que hacerlo con recursos propios. O sea, los otros 300 mil millones no los podía cubrir con la plata de la salud de los colombianos, sino que tenía que hacerlo con su propio peculio. Verá Saludcoop de donde los saca, si de sus propias utilidades o trae plata de otros negocios.
Como si fuera poco, la CGR hace el mismo ejercicio. Este que les acabo de mencionar fue un ejercicio sobre 4 años, 2004-2008. El de la CGR es un ejercicio que se hace sobre el periodo 1998-2010 y encuentra el mismo procedimiento, y es muy simple: demuestre cuánta plata es suya y cuánto ha invertido y lo que usted no pueda demostrar que es suyo es plata de la salud. Hechos de aritmética simple. Y la CGR condena a Saludcoop a devolver 1,4 billones de pesos, que Saludcoop se ha embolsillado, en parte porque ya se los embolsilló y en parte porque los está pagando. Yo diría que este es el asalto al patrimonio de los colombianos más grande la historia de Colombia. Porque aquí hay otros escándalos donde se habla de billones de pesos, pero que necesariamente lo perdido no son billones, pueden ser 50, 100 mil. Aquí estamos hablando, dice la CGR, de 1,4 billones de pesos perdidos.
¿En qué se gastó la plata Saludcoop? Por ejemplo, en clínicas: una en Medellín, otra en Bucaramanga y otra en Pasto y suman más o menos 20 mil millones de pesos. Se aprueba en un acta de junio del 2001 invertir en Ecuador 800 mil dólares. ¿Por qué invertir plata de la salud de los colombianos en Ecuador? Se hace una negociación con Cruz Blanca para comprar a Cafesalud, o sea, para que la EPS Saludcoop compre otra EPS. No podía hacerlo, porque la plata de la UPC no es para eso, es solo para salud. Pero bueno, le autorizaron invertir entre 10 y 13 millones de dólares. Una plata importante para invertir en el Gimnasio los Pinos. A mí me encanta la educación, pero la plata de la salud no es para hacer aulas en los colegios. Le autorizan también a Saludcoop para asociarse con Cruz Blanca, Cafesalud y Salud Total para montar negocios de medicamentos y ese tampoco puede ser el destino de los recursos de la salud. Al final compra la EPS Cafesalud y le gastan de plata de la salud, de la plata de los colombianos, 25 millones de dólares. Y en esa misma operación, Palacino se ufana de que ahí también ellos se compraron a Epsifarma, a Epsiclinicas, a Epsiméd, empresas que nada tienen que ver con el asunto preciso del POS y de la UPC. También aprueban en esa misma acta endeudamiento hasta por 25 millones de dólares para otro tipo de negocios. Se crea una prepagada en México que costó 7 millones de dólares. Para el Gimnasio los Pinos aparecen otros 7 mil millones de pesos. 92 mil millones nuevos en clínicas. Se reúne el consejo de administración en Singapur, en un hotel de altísimo lujo, y se fueron hasta allá a decidir la compra de un edificio por 72 mil millones de pesos. También aparecen pagos para promover una copa de basquetbol. A mí me gusta el deporte, pero la plata de la salud no es para promover campeonatos de basquetbol ni este tipo de cosas.
(…) Hay un hecho muy impresionante, conocido por una carta que casualmente llegó a nuestras manos sobre un par de comunicaciones que se cruzan el exinterventor, en ese momento el doctor Wilson Sánchez, con el vicepresidente ejecutivo del Banco de Bogotá. El Banco dice que las deudas van a quedar de una tal manera y el interventor le responde que acepta. Y hay una descripción detallada, lástima que no haya tiempo para mirarla con todo detalle, pero les voy a dar algunos elementos. Lo primero es que en la carta, el Banco de Bogotá le aclara a Saludcoop que estas son deudas del Grupo Saludcoop. ¡Cómo así! De cuándo acá Saludcoop y los recursos de la salud pueden ser administrados de esa manera y terminar invertidos en Cruz Blanca o en Cafesalud, o en una serie de IPS o de instituciones que pueden ser parte del Grupo Saludcoop. No, deben tener las cuentas separadas, porque es que la UPC se la da el gobierno a Saludcoop es para invierta en la salud de los colombianos y no en los negocios que pueda la EPS detentar alrededor.
El Banco de Bogotá le exige a Saludcoop comprometerse a que de la plata de los recobros que le haga efectivo el Fosyga, repito, plata de la salud de los colombianos, “la caja resultante se aplicará así: 20% para acelerar el pago de deuda financiera y 80% para el pago de proveedores”. 20 por ciento que puede no ser relativo a los asuntos de la salud, sino de los negocios indirectos que Saludcoop posee. Y los proveedores, que no solo son IPS, sino también lavadores de sábanas, o empresas de software, u otra serie de actividades no necesariamente relacionadas con gastos de la salud. En este ítem estamos hablando de 194 mil millones de pesos para pagar en los próximos años en unas condiciones específicas y no los voy a fatigar detallándolas.
También se advierte allí que de la Línea Porvenir son 17 mil 850 millones, que un fondo rotativo que hay que crear de capital de trabajo que podrá ser compartido internamente con las demás empresas del Grupo. Saludcoop aparece aquí respondiendo por platas de las demás empresas del grupo. Y el señor interventor le acepta al Banco de Bogotá todo este tipo de peticiones. Más ejemplos: Cruz Blanca, 31 mil millones; Cafesalud, 16 mil 500 millones; Work Fashion, una empresa de comidas, el Biorescate, que aparecen con esa deuda de 194 mil millones de pesos. Y se vuelve a establecer que la plata se repartirá 20% para el Banco de Bogotá y 80% para proveedores. En el mismo momento en que Saludcoop les debe más de 500 mil millones de pesos a las IPS, públicas y privadas, y en el mismo momento en que esa deuda sigue allí sin cancelarse, el interventor está firmando estos compromisos para privilegiar las deudas con el sector financiero.
(…) ¿ Y todo esto sucede mientras siguen pendientes las deudas de Saludcoop con las IPS, que es lo que más nos duele y más nos interesa, porque son las IPS las que prestan el servicio y las que maltratan a los pacientes y a los usuarios cuando se les dañan sus finanzas. Las deudas son de 583.179 millones de pesos. Deudas, no es sorprendente, conformadas así: apenas 7 mil millones con las propias IPS de Saludcoop. Y la diferencia, 569 mil millones de pesos, con las IPS no pertenecientes al Grupo Saludcoop. Y aquí llegamos, doctor Gaviria, a uno de los líos de la integración vertical. Y es que las EPS privilegian a sus empresas, quiebran a sus competidores de esta manera siguen concentrando poder, poder que utilizan para abusar del sistema de salud y proceder contra la gente. Porque voy a pasar a explicar cómo los propios funcionarios oficiales se ven obligados a reconocer que las IPS de Saludcoop inflan las facturas para desplumar a la EPS. No es sorprendente, porque en el caso de instituciones como estas el negocio fácil de visualizar. Yo manejo a la EPS Saludcoop y soy propietario o copropietario de un montón de IPS y manejo el negocio de tal manera que mis IPS desplumen a mi EPS, que es la plata de la salud, o sea, aprópiense de la desplumen la plata de la salud.
(…) Encuentro en el presidente Juan Manuel Santos y en el ministro Gaviria y en los demás ministros una actitud de clarísimo favorecimiento a las EPS en general y a Saludcoop. Tengo la idea de que el sistema de salud ha caído preso de los intermediarios financieros y que se vienen imponiendo desde hace mucho rato prácticas por completo inaceptables. En buena medida es la crisis de un sector donde la gente no se muere del corazón ni de los riñones, sino que las mata el sistema de salud, las matan las EPS, como dice con toda razón la sabiduría popular.
Voy a dar hechos que muestran cómo la actitud del gobierno nacional frente a las EPS y a Saludcoop no debe ser la complacencia. Ya les dije cómo el gobierno nacional no ha cumplido con las normas aprobadas aquí en el Congreso por los amigos del gobierno para ponerle algún control a este desorden. No ha cumplido. Cité varios casos que no voy a repetir. La defensa de la integración vertical por parte del ministro Gaviria es conocida. Y toda Colombia sabe que el lío que hay ahí no lo maneja nadie mientras las EPS tengan como primer criterio su propia ganancia y no la salud de los colombianos. Es que cuando un gerente de una EPS al final del año se reúne con sus accionistas, con los propietarios de su empresa, no está obligado a explicar a cuánta gente le salvó la vida o cuántas vacunas puso. Lo que le preguntan es cuánta plata ganó, si le sonó o no la caja registradora. Y si se pone a echar muchos cuentos sobre el servicio de salud, le dicen, joven, se va. Es un sistema montado no para la salud de los colombianos, sino para el negocio de las EPS con la salud de los colombianos, así las EPS se lo terminen comiendo todo y acabando con las IPS, públicas y privadas, con las clínicas públicas y privadas.
(…) También es evidente que hay una actitud del gobierno nacional y de todos sus funcionarios para ver cómo salvan a Saludcoop de pagarle al sistema de salud los 1.4 billones de pesos, de ver cómo Saludcoop no devuelve esa plata, más la nueva que haya aparecido y sobre la que estoy haciendo severos cuestionamientos en este debate. De entrada, los interventores han interpuesto recursos contra la decisión de la CGR y han contratados abogados por 11 mil millones de pesos buscando que se declare nula la decisión de la Contraloría de los 1.4 billones de pesos, decisión correcta, porque esa plata no se la podían gastar en lo que invirtieron. Y sin embargo, el gobierno nacional está viendo cómo tumba por nulidad la decisión contra Saludcoop.
Todavía más grave, el supersalud arguye que Saludcoop no es culpable, sino víctima. ¡Cómo así, señor supersalud, hágame el favor! Saludcoop se embolsilla 1.4 billones de pesos, causa toda clase de desastres y ahora resulta que le salimos a deber.