Llueva, truene o relampaguee, todos los lunes entre las 6 de la tarde y las 9 de la noche, cientos de personas llegan al Cementerio Distrital del Sur a pie, en bicicleta o moto a pedir milagros a las almas abandonadas o también llamadas almas del purgatorio.
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Visitamos el Cementerio Distrital del Sur ubicado en la Calle 27 Sur # 37 – 83 en el barrio Eduardo Frey de la localidad Antonio Nariño y fuimos testigos de la cantidad de visitantes, incluso, familias hasta con el perro y el gato buscando alivio espiritual, favores y milagros como pagar una deuda o conseguir un buen empleo.
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En fin, son muchas las peticiones semanales que los presentes hacen cada lunes con la intercesión de las benditas almas y en contra prestación por los milagros recibidos, les ofrecen luz, agua, flores y misas.
Algunos rezanderos cuentan que las almas del purgatorio son celosas con los milagros y favores concedidos que los creyentes logran con su intercesión, esperan que les sigan rezando la novena de por vida y en contrario, todo se devuelve.
Para conocer un poco más de este misterioso mundo, hablamos con Nayibe Acosta, asidua visitante del Cementerio del Sur y nos contó que conoció el lugar por invitación de una amiga y desde hace dos meses, todos los lunes, se desplaza desde la parte alta de la localidad de Ciudad Bolívar hasta el barrio Candelaria la Nueva donde vive para rezar la novena a las almas benditas.
Nayibe Acosta dice que, para ella, rezarles a las ánimas ha sido de gran bendición y lo mejor que le ha pasado porque en poco tiempo, ya le han concedido dos milagros. El primer milagro recibido fue un empleo para su hijo en otro país con un buen sueldo y el otro favor fue recuperar la casa que estaba a punto de perder por una millonaria deuda que no tenía cómo pagar.
“La plata apareció de la nada, pude pagar la deuda y recuperar mi vivienda. El dinero me lo dieron ellas, las almas benditas porque tuve fe y la fe mueve montañas”, dice Nayibe Acosta al relatar su historia.
Con mucha devoción, hace la novena a las almas benditas todos los lunes. Llega a eso de las 6 y 30 de la tarde y termina de orar a las 8 de la noche. Les ofrece luz a sus intercesoras encendiendo velas, agua en bolsa, flores y paga misas para que ellas puedan descansar en paz.
Al respecto, hablamos con el padre Darío Jesús, quien lleva más de 30 años celebrando misas y haciendo el ritual de las benditas almas en el Cementerio Distrital del Sur de Bogotá. Para él, este ritual es el medio por el cual la gente se comunica con las ánimas del purgatorio para salir de la esclavitud del demonio y el pecado, todo se hace en el amor de Dios.
Cada lunes, cuando el Cementerio recibe más visitas, el padre Darío celebra tres eucaristías a favor de las almas benditas y por los favores de los devotos porque tienen además de fe, tienen necesidades, problemas, preocupaciones por una u otra cosa, explicó el sacerdote.
El Cementerio Distrital del Sur alberga los restos de las personas sepultadas como N. N. que llegan de Medicina Legal, no tuvieron dolientes, llegaron en volquetas y fueron enterrados en fosas comunes y también reposan allí algunos restos de las víctimas del holocausto del Palacio de Justicia que cada ocho días esperan que los fieles devotos hagan una oración por sus almas para descansar en paz.